TLCAN, cancelado; ganó Trump

Ciudad de México.- La declaración la controló vía televisión y la condujo como locutor. Así, el Presidente Trump pudo manejar el fondo del mensaje. Seguramente México dirá que no es como lo dijo Trump. Pero el problema es que sí es como lo dijo Trump. 

 

Trump anunció que el TLCAN (conocido como NAFTA en inglés) dejará de existir, y ahora será conocido como “un acuerdo comercial entre Estados Unidos y México”. Agregó que Estados Unidos negociará bilateralmente con Canadá “algún tipo de acuerdo”, cuyo contenido probablemente consistirá en aranceles a la industria automotriz canadiense, empleando un tono despectivo hacia ese país. Obviamente en esa negociación no estará incluido México, porque éste ya tiene su acuerdo bilateral.

 

Hace más de un año Trump había dicho que quería acuerdos bilaterales, o se saldría del acuerdo. Ya consiguió lo que quería: separó y dividió a México y Canadá, que habían sido aliados en las negociaciones, y arrinconó a cada uno en su esquina. Mucho mejor para Trump: negociar uno por uno, en vez de todos juntos. El primer logro fue convencer a México de seguir por ese camino. Un craso error de cálculo de México.

 

En el evento televisado, Trump le preguntó-más bien urgió-a su negociador a definir la fecha de la firma del acuerdo con México. Así las cosas, Canadá es una historia aparte, aunque Peña Nieto insistió (y Ebrard también, en nombre de AMLO) que México quiere incluir a Canadá en el acuerdo. La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá está en una gira por Europa y no estará de regreso a Ottawa sino hasta la próxima semana. Solamente entonces estará su país en posibilidades de contemplar el inicio de negociaciones bilaterales Canadá-Estados Unidos, con la condicionante por delante de evaluar si les conviene, o no, lo firmado entre México y Estados Unidos. Existe la posibilidad de un acuerdo bilateral Canadá-Estados Unidos, o la de ningún acuerdo. En este último caso serán aplicables las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en materia de comercio entre esos dos países.

 

Trump logró separar a Canadá y México, y México cayó en la trampa. Es posible que Canadá también, pero eso no se confirma aún. Lo único claro es que México aceptó un acuerdo bilateral, aun insistiendo en lo trilateral, y, así, se debilitó en su capacidad y fuerza para negociar con Estados Unidos.

 

México cometió varios errores estratégicos en la negociación del TLCAN. ¿Cómo pretenderá resistir las presiones de Washington sobre otros temas, como el combate al crimen organizado y el narcotráfico, la violencia, los asuntos migratorios, las inversiones chinas, las reformas estructurales, la actuación de las fuerzas de seguridad o la legalización de las drogas, si no estuvo a la altura de las negociaciones del tratado comercial? Que no nos quepa la menor duda: sobre esos temas, y otros más, Trump va a exigir complacencia a las actuales, y las futuras, autoridades mexicanas.

 

Otro error refiere a que Washington logró separarnos de un aliado estratégico: Canadá. Ese error va a tener costos a la larga, al debilitarse la posición negociadora de México en la mesa mundial de decisiones. Los aliados fuertes siempre son importantes, especialmente cuando hay un choque de intereses. Y con Washington siempre habrá choque de intereses incubado en la naturaleza misma de una relación históricamente asimétrica.

 

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