¿Somos los latinoamericanos solidarios?

Ciudad de México.- Me han sorprendido las múltiples críticas de algunos mexicanos y mexicanas en contra de los migrantes que integran la caravana que recorre buena parte de la República Mexicana para dirigirse a la frontera con Estados Unidos. Nunca imagine que el rechazo de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por los migrantes connacionales fuera un discurso que tuviera eco en nuestra sociedad para con nuestros hermanos y hermanas de otros países. 

A continuación les presento sólo tres de las decenas de críticas que leí en redes sociales:

1. “Estos migrantes literal entraron agrediendo y violentando nuestra frontera; esa no es la manera de pedir ayuda; no fomentemos sus acciones ni que vengan más. #PrimeroMexico.”

2. “Ahorita son como indigentes y no lo digo x xenofobia, no "tienen dinero", casa, ropa, y exigen a México, exige en tu país o derrócalo si es necesario, las cosas desde casa cambian.”

3. “Que los regresen a todos! No pueden venir a hacer sus desmadres! No queremos migrantes en México! Solo vienen a traer problemas, nadie les ayude porque los motivan a quedarse, hay que hacerles ver que estarán mejor en su país, ni un vaso de agua darles.”

Un nacionalismo simplón, disfrazado de aparofobia (repugnancia a la pobreza) y xenofobia (rechazo al extranjero) parece permear las ideas de quienes se oponen a la presencia de los migrantes centroamericanos en México. Es muy lamentable que esas personas tengan la misma actitud discriminatoria del ahora presidente norteamericano contra los mexicanos que ingresaban sin documentación por la frontera sur de su país.

La solidaridad es un valor humano que no distingue nacionalidad, color de piel, lengua, creencia, edad, clase social, género o sexo. Por ello, es de reconocerse la existencia de personas con una humanidad tan grande como Las Patronas en Veracruz, quienes durante años han alimentado a los migrantes en su paso por el estado hacia el norte.

Nuestra patria necesita ser solidaria con los pueblos de Latinoamérica por ser países hermanos en primer lugar. En un segundo lugar, por una cuestión humanitaria de respeto a los derechos humanos; así como exigimos las mismas condiciones de respeto para los paisanos y paisanas que migran al norte, es lo que deberíamos de brindar a nuestros hermanos y hermanas del sur.

¿O acaso ya se nos olvidó la indignación que nos provocaron las declaraciones de Trump insultando a las mexicanas y los mexicanos? ¿O se nos olvidó el coraje que nos provocó la noticia de la separación de los menores de edad de sus familiares en los centros de detención? ¿O la reacción de los grupos nacionalistas de Texas amenazando con “cazar” a nuestros hermanos y hermanas?

La migración es un derecho humano y debe verse desde esta perspectiva. Cualquier persona, en cualquier momento de su vida, tiene la libertad de dejar su hogar y caminar para buscar nuevas oportunidades en otros territorios. 

Es por eso que el Artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece:

“Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”

Por ello, está semana impulsé en el Congreso de la Ciudad de México donar un día de dieta de todas y todos los legisladores, para ayudar en especie a las y los migrantes que pronto arribarán a esta capital. 

Nuestra patria forma parte de Latinoamérica, nuestra patria entiende su situación, nuestras ciudad siempre ha sido  y será solidaria.

Ellos y nosotros somos latinoamericanos, somos hermanos y padecemos problemáticas similares. Dejemos los discursos xenófobos y seamos solidarios, dejemos los discursos de odio y de discriminación a un lado, mejor demostremos que no sólo podemos ser solidarios con nuestros connacionales o con nuestros vecinos de la ciudad, demostremos que podemos ser solidarios y fraternos con nuestras hermanas  y hermanos de esta nuestra gran América Latina.

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