¿Qué te gustaría ser de grande?

Ciudad de México.- Recuerdan la primera vez que les preguntaron ¿qué les gustaría ser de grandes?  Las respuestas eran clásicas: bomberos, policías, doctores, inventores, artistas, astronautas… 

Esas respuestas con el tiempo, se van transformando y acercándose a lo que se convierten nuestras realidades: abogados, arquitectos, ingenieros, administradores; pero aún habiendo estudiado una profesión, muchas veces la vida nos lleva por otros caminos y no terminamos llevando a la práctica los estudios universitarios.

Soy un convencido de que si nos aferramos a nuestras convicciones y asumimos nuestras decisiones desde un inicio con rigor y disciplina, los resultados pueden ser sobresalientes; siempre y cuando esta decisión se sustente en nuestras inteligencias y habilidades físicas y no sólo en los caprichos o accidentes del destino.

Es el cúmulo de decisiones, actitud y acciones permanentes dirigidas a un objetivo las que llevan al éxito.

En el caso de las ciudades sucede lo mismo, son pocas las que han logrado determinar su actividad económica con una visión de largo plazo. Sin duda uno de los ejemplos más notables en el mundo es Singapur, que aprovechando su ubicación geográfica en Asia y apostando a una educación de altísima calidad lograron pasar de un ingreso per cápita de 500 USD a 56,000 USD anuales en cinco décadas.

En general todas las ciudades procuran generar estrategias para mejorar la calidad del espacio público, el medio ambiente, la movilidad, la seguridad y la certeza jurídica para garantizar la permanencia de un capital humano preparado y procurar un ambiente de negocios atractivo, pero eso no es suficiente. 

La creación de Clusters enfocados a la gastronomia, el arte, la ciencia y tecnología no basta.

Si hago un análisis profundo de nuestra ciudad, me quedo con la incertidumbre respecto a su visión de largo plazo ¿Qué nos gustaría que fuera la Ciudad de México para ser exitosa?, percibía esfuerzos constantes, coyunturas, avances y retrocesos pero no veo un rumbo de largo plazo que se oriente hacia un objetivo específico.

La Ciudad de México cuenta con una posición geográfica privilegiada, su ubicación cercana a los dos océanos, Atlántico y Pacifico, así como su conexión al norte con la principal economía del mundo, imaginen el potencial. 

Su clima templado agradable para vivir, los bosques y montañas que la rodean un marco natural extraordinario. No por nada, la Ciudad de Mexico ha sido capital desde épocas prehispánicas, su historia y patrimonio cultural es envidiable, pero no sólo eso, es en esta ciudad donde encontramos las principales empresas, contamos con las universidades más prestigiadas, bancos, hoteles, restaurantes, museos…

La ciudad tiene toda la posibilidad de convertirse en el centro mundial de comercio, ser el lugar donde se realizan las grandes transacciones comerciales, ferias, exposiciones, eventos internacionales, prestación de servicios financieros y logísticos; si se busca la vinculación con los estados que la colindan, pueden estructurarse de manera ordenada y estratégica los corredores industriales que produzcan los bienes que se exporten al mundo haciendo que la derrama económica beneficie no sólo al Valle de Mexico sino a todo el pais.

 

Dejemos atrás la visión de corto plazo, mediocre, pobre; veamos un poco más lejos, seamos un poco más ambiciosos, estemos a la altura de la historia y mejor aún seamos los actores de ese cambio significativo. Nuestra amada Ciudad de México nació para ser grande.

¿Por qué no pensamos de una vez por todas qué vamos a ser de grandes y nos convertimos en los más grandes?.

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