Ciudad de México.- La capital de México dejó de ser la misma desde la mañana de aquel 19 de septiembre de 1985, ahora 30 años después, y en el marco de la conmemoración del sismo que devastó al Distrito Federal, algunos héroes de aquella época se dieron cita este viernes por la tarde en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
Uno de los voluntarios más recordados fue el tenor Plácido Domingo, quien regresó al Distrito Federal a ofrecer un concierto, tal y como lo hizo hace tres décadas. La diferencia es que hace tres décadas la meta fue recaudar fondos para rehabilitar la ciudad.
Por decreto del jefe de Gobierno del DF, a partir de este año se entregará la presea Ángel de la Ciudad a aquellos ciudadanos que fueron indispensables después del sismo, por lo que este viernes, Miguel Ángel Mancera entregó reconocimientos a distintas personalidades.
Mientras la ceremonia llevaba su curso, se transmitían imágenes en el fondo del escenario, por lo que Plácido Domingo exhortó a que únicamente se hable de lo sucedido, «porque las imágenes duelen, ahondan más las heridas«.
Cuauhtémoc Abarca, fundador de la Coordinadora de Residentes de Tlatelolco, quien evitó un desalojo y promovió recursos para la remodelación de edificios, en entrevista para Capital MX comentó que la ciudad definitivamente ha cambiado, hizo énfasis en la creación del nuevo reglamento de construcciones, así como el crecimiento del cuerpo de bomberos. «Que la población no olvide lo que sucedió en el 85, necesitamos que las nuevas generaciones se involucren», señaló.
Francisco Javier del Razo, fundador de la Brigada Topos, dijo a Capital MX que la ciudad dejó de ser la misma debido a que «algunos de sus edificios icónicos dejaron de existir», y añadió que hoy en día el ánimo de la ciudadanía es distinto, que cada vez se toma más conciencia de lo que podría pasar durante algún siniestro.
Elena Poniatowska también fue galardonada, y al subir al escenario relató la historia de una mujer sinaloense que vivió el sismo y fungió como una de las voluntarias más cercanas a Plácido Domingo, y quien falleció poco después del siniestro. Poniatowska Amor terminó su discurso exigiendo justicia por los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala hace casi un año.
El discurso más emotivo fue el de el tenor español, quien recordó que perdió a cuatro familiares cercanos y vino a México en cuanto se enteró del terrible suceso para ayudar a la población mexicana que se encontraba bajo los escombros retirando piedra por piedra.
Cuando Domingo Embil recibió su presea de manos del jefe de Gobierno, pidió que los tres familiares que lo acompañaban subieran al escenario para recibirla también, entre ellos, su sobrino Agustín, quien fue rescatado de los escombros.
Evangelina Corona, fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadoras de la Industria del Vestido también fue galardonada, ya que apoyó a más de 40 mil mujeres que perdieron su empleo tras haberse derrumbado dos mil talleres.
También fueron galardonadas Beatriz Sánchez Monsiváis y Sarita Nerubay de Zabludovsky, en homenaje póstumo a sus esposos por su excelente labor periodística realizada en aquella época.
Raúl Esquivel director general del Heroico Cuerpo de Bomberos también recibió un galardón, gracias a que el trabajo implementado por éstos impidió que el caos incrementara en la ciudad; Cinna Lomnitz, uno de los responsables de la creación del Centro Nacional para la Prevención de Desatres se limitó a decir solo «gracias» durante su discurso.
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