Los protagonistas

Mi solidaridad con los colegas agredidos injustamente por el Presidente.

Ciudad de México.- El movimiento feminista está recibiendo el reconocimiento que merece como protagonista del cambio. La lucha contra la candidatura de Félix Salgado Macedonio a gobernador de Guerrero es el barómetro. 

El miércoles 24 de febrero 500 integrantes y simpatizantes de Morena se sumaron al clamor nacional publicando un documento en el que exigían la cancelación de la candidatura de Salgado. Destacan, entre otras, Citlalli Hernández, vicepresidenta del partido; Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; las senadoras Martha Lucía Mícher y Jesusa Rodríguez, y las diputadas Laura Imelda Pérez y Wendy Briceño. Debe ser grande su indignación para estar dispuestas a contradecir en público al presidente. 

?Dos días después, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia emitió una resolución ofensiva no solo por inútil, sino también por ambigua: solicitó otra encuesta para seleccionar candidato, pero preservó los derechos políticos de Salgado al cual calificó como “agraviado”. Al día siguiente respondieron las inconformes: “No quitaremos el dedo del renglón. Nos importan las mujeres, nos importan las víctimas, nos importa Morena”. Concluyeron con una consigna que busca cerrar la fractura entre feministas y partido: #MorenaConLasMujeres.

Me detengo en las reacciones. Desde su autoimpuesto encierro, Félix Salgado Macedonio se puso retador: “¡Ánimo compañeras y compañeros! ¡Hay Toro!”; Mario Delgado se justificó con una frase gelatinosa: “no estamos siendo omisos”; y Andrés Manuel López Obrador reiteró que corresponde al pueblo de Guerrero decidir; con lo cual ignora la petición del feminismo, al que, es obvio: ni entiende ni le interesa comprender. 

Veamos el incidente con una perspectiva más amplia. En México, la principal fuerza detrás del cambio ha surgido de los movimientos sociales que en diferentes etapas han encarnado el espíritu del momento con demandas capaces de sumar a diversos sectores de la población. En 1968 el Movimiento Estudiantil reclamó terminar con la violencia del Estado y recibió un amplísimo apoyo en la capital, en 1994 el EZLN insertó a los pueblos originarios en la agenda nacional, mientras que Alianza Cívica y muchas otras organizaciones civiles exigieron elecciones limpias y confiables. 

El feminismo tiene décadas acumulando fuerza, experiencia, conocimientos y liderazgos. La reivindicación que concita más simpatías en nuestro país (sobre todo si se le compara con la interrupción legal del embarazo) es erradicar la violencia contra las mujeres. Pese a ello, el movimiento ha sido ignorado, minimizado y ridiculizado por el Presidente y los otros varones que controlan las cúpulas de los partidos. El agravio mayor vino cuando Morena decidió nominar y sostener como candidato a gobernador a un acosador sexual y un prófugo de la opinión pública (Monsiváis dixit): Félix Salgado Macedonio. 

Al interior de Morena siempre ha habido, aunque aisladas, voces disidentes. Una anomalía si se piensa que esun partido repleto de luchadores y luchadoras veteranas de la denuncia y la protesta. La decisión de las mujeres que firmaron el documento exigiendo el retiro de la candidatura de Salgado, tal vez se convierta en el parteaguas hacia una existencia más sana en la cual Morena establezca una relación respetuosa con el movimiento feminista (o al menos con una parte de él). 

He mencionado en otras ocasiones que uno de los grandes problemas de nuestra vida política es la lejanía entre partidos y sociedad organizada. Supongamos que Morena reconstruye su relación con el movimiento feminista, ¿sería posible que también se inicie un diálogo respetuoso de Morena y algunos otros partidos con los ambientalistas, las víctimas de la violencia criminal, la sociedad civil con sus mil y una reivindicaciones, los académicos y periodistas? El supuesto es optimista. Es más realista aceptar que solo atenderán las demandas de grupos y movimientos si éstos acumulan fuerza, presencia y apoyos en otros sectores sociales. 

Cierro el balance con tono positivo. Una parte de la sociedad se ha expresado a través del movimiento feminista que, con su diversidad, está bosquejando una relación diferente entre gobernantes y gobernados. Hay motivo para conmemorar, el 8 de marzo, otro Día Internacional de la Mujer. 

@sergioaguayo

Colaboró: Sergio Huesca Villeda

 

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