El reto de los alcaldes opositores en la CDMX

Ciudad de México.- El primer Congreso de la Ciudad de Mexico se vistió de manteles largos el lunes pasado, los congresistas locales tomaron protesta a las y los 16 nuevos alcaldes de la Ciudad de Mexico, son las mujeres y hombres que vienen a sustituir a los extintos jefes y jefas delegacionales del Distrito Federal, de esta manera queda conformado el tablero político de la Ciudad para los siguientes tres años.   

En un recuento ya conocido, de las 16 alcaldías de la Ciudad, Morena tendrá la titularidad de once, el PRD de dos: Coyoacán con Manuel Negrete y Venustiano Carranza con Julio Cesar Moreno; el PAN de una: Benito Juarez con Santiago Taboada; el PRI de una: Cuajimalpa con Adrian Rubalcaba; y Movimiento Ciudadano una: Milpa Alta con Octavio Rivero.

Sólo estos cinco territorios sobrevivieron al tsunami llamado, Andres Manuel Lopez Obrador que arrasó prácticamente con todo en julio pasado, estas cinco alcaldías constituyen el nucleo de la mermada nueva oposición de la Ciudad de Mexico, y al pertenecer a partidos políticos distintos, corren el riesgo de actuar de forma aislada frente a una aplastante mayoría.

En el primer Congreso de la Ciudad de Mexico, Morena y sus aliados cuentan con la mayoría absoluta, es decir, pueden aprobar o rechazar cualquier reforma sin el consentimiento ni el acompañamiento de un solo diputado de la oposición, no los necesitan, sumando a los legisladores de todas las fuerzas políticas opositoras sólo suman 22 de 66 diputados.

Ademas Morena ganó por amplia mayoría la Presidencia de la Republica y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Mexico, ante esta coyuntura, los alcaldes de la oposición enfrentarán un escenario político complicado durante los siguientes años, en su nueva realidad, están obligados a hacer las cosas bien y aunque pareciera una obviedad, de ello depende su subsistencia.

Tienen que asumir, si no es que ya lo hicieron, una posición política frente al nuevo gobierno de la Ciudad encabezado por la Dra. Claudia Sheinbaum y apostar por la confrontación no parece ser una buena idea, en cambio, tienen que tender puentes de dialogo y colaboración institucional que les permitan establecer acuerdos y compromisos para poder sacar a flote sus administraciones.

Y eso no significa perder su carácter opositor frente a Morena o asumir la identidad política de la nueva mayoría, significa en esencia, que hacer las cosas bien, tambien implica ejecutarlas de una manera distinta, están obligados como nunca antes, a encabezar gobiernos eficientes y cercanos a los ciudadanos que den respuestas efectivas a los problemas cotidianos de sus habitantes.

El reto de los nuevos alcaldes opositores radica en competir con Morena, no a través de las descalificaciones ni de la confrontación, sino a partir de tratar de hacer mejor las cosas y con ello ganarse la voluntad de la gente.

El ojo publico vigilará de cerca de los nuevos gobiernos, una extraordinaria oportunidad para hacer bien las cosas.

Imprimir artículo Síguenos en Google News

Post más visitados en los últimos 7 días