El juego perverso de la televisión digital

Ciudad de México.- Como dice el comercial: “La televisión digital ya está aquí”. Y el aviso aplica para el Distrito Federal, donde entre octubre y noviembre las autoridades concretarán el llamado apagón analógico.

Sí, la televisión digital está aquí, y con ella una estrategia bien elaborada por parte del PRI para intentar arrebatarle al PRD su histórico bastión, la capital del país, e impedir el crecimiento del obradorismo a través de Morena.

De acuerdo con el calendario difundido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), este 22 de agosto concluirá la entrega de poco más de 800 mil televisores en las 16 delegaciones políticas. La última demarcación dentro del programa es Iztapalapa y al cerrar ahí, con el reparto de esos equipos se cumplirá el requisito legal de garantizar el acceso a la señal digital a 90% de los beneficiarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) antes de apagar las señales analógicas.

Pero a diferencia de otras entidades, donde la transición a la televisión digital tuvo un fin práctico, inmediato, coyuntural y sujeto al escenario electoral específico, en la Ciudad de México la estrategia es de mediano y largo plazo, con objetivos y metas más complejas. Incluso hay actores con tareas definidas que ya saben cuándo y cómo reaccionar.

El PRD y Morena ya lo entendieron, cada uno desde su trinchera y con distintos volúmenes de estridencia, por eso comenzaron a tundir a la Sedesol y la SCT. En una inusitada sinergia ambos institutos políticos han denunciado ante la PGR y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) el procedimiento implementado por las autoridades federales, de entregar televisores a los habitantes del DF a cambio de “ficharlos” pidiéndoles sus datos biométricos.

De hecho, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) realizará una investigación de oficio al Programa para la Transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT), para identificar posibles irregularidades en el proceso de recopilación de datos personales sensibles, como son las huellas dactilares, y es que ya sabemos cómo se las gastan nuestras autoridades de todo color y extracción partidista cuando tienen en sus manos un padrón.

Muy tarde y sin pretexto, el dirigente del PRI capitalino, Mauricio López, salió a defender a las dependencias federales, luego de una semana de ataques mediáticos contra el programa de entrega de televisiones en la ciudad.

No obstante, las declaraciones del líder priista dan luz de por dónde viene el fondo de la discordia. Mauricio López dijo que “el PRD y Morena no son dueños de la ciudad, no pueden aislarla de los beneficios de las políticas públicas nacionales”.

En respuesta, las huestes perredistas y morenistas parecen gritar: “La ciudad es nuestra”. Sobre todo el PRD ha dejado claro que una cosa es el colaboracionismo de Miguel Ángel Mancera con el gobierno de Enrique Peña Nieto, y otra muy distinta que vayan a ceder el bastión sin ofrecer resistencia.

Pero el asunto también huele a revancha, y eso se entiende porque los líderes de ambos partidos políticos odian a Rosario Robles, titular de la Sedesol, a quien consideran una traidora de los principios de izquierda, y además porque comprenden que con la entrega de televisiones, una tarea que corre a cargo de la Sedesol, ella se fortalece como una clara adversaria política que conoce los entresijos de esta ciudad.

Claro que con programas como la entrega de televisiones digitales, Rosario Robles encuentra el momento perfecto para resucitar políticamente en la capital del país, y aunque ya no puede aspirar a ser jefa de Gobierno, pues ese cargo ya lo ocupó en el año 2000, es capaz de construir ese proyecto de mediano y largo plazo, enfocado a crear una cabeza de playa que le permita al PRI reconquistar el Distrito Federal.

Para su propósito, la funcionaria federal tiene ya a un equipo en el que participarán durante los siguientes tres años los jefes delegacionales electos de Cuajimalpa, Milpa Alta y Magdalena Contreras, de extracción priísta, así como los futuros diputados de ese partido entre los que, por cierto, se encuentra su hija, Mariana Moguel.

Así, el apagón analógico en esta ciudad es más que la entrega de televisiones. Aquí la TDT se ha configurado como la punta de lanza, no de una mejor señal, sino de un perverso juego político y de poder que busca abrir aspiraciones para el priismo y obstaculizar a adversarios hacia el 2018.

Ese juego perverso de la televisión digital es el negrito en el arroz.

Twitter: @negroenelarroz

Correo electrónico: [email protected]

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