Delincuencia organizada en la delegación Cuauhtémoc

Ciudad de México.- Tráfico de estupefacientes, trata sexual de personas, contrabando de bienes o mercancía, lenocinio, falsificación de documentos, homicidio calificado, secuestro, piratería, tráfico de armas y extorsión, son los principales delitos que asfixian a la ciudad de México y en particular a la delegación Cuauhtémoc.

Así se refirió en días pasados Ricardo Monreal, jefe delegacional en Cuauhtémoc, a la situación que priva en la capital del país y en la demarcación que él gobierna y que a diario recibe más de 5 millones de personas que la visitan.

Las versiones que aseguran que en la ciudad de México cohabitan criminales de alta talla, no es nuevo y tampoco fuera de la realidad. Uno de los capos más buscados, Reynaldo “El Rey” Zambada, hermano del Mayo Zambada, fue detenido en medio de un enfrentamiento en la delegación Gustavo A. Madero, al norte de ciudad de México.

El entonces Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, señaló que El Rey Zambada, se ocupaba de la actividad criminal del cártel de Sinaloa en el Valle de México, y de la importación de cocaína y precursores para producir metanfetaminas llegadas de Sudamérica a través del aeropuerto del Distrito Federal.

Años después detendrían en la colonia Roma a uno de los criminales que escaló el nivel más alto en la organización criminal los Beltrán Leyva, cártel antagónico al del Sinaloa.

El 6 de julio de 2015, el Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), Hiram Almeida Estrada, aseguró que el fenómeno de delincuencia organizada no existe en la ciudad de México, pero admitió públicamente que es una “zona de paso y de consumo”.

“El fenómeno no existe de delincuencia organizada en la ciudad de México, pero si entendemos que hay confluencia y hay paso en muchos de los casos, no sólo en la ciudad sino en todo el país.

“El país era antes sólo una zona de paso y en algunos temas hoy se vuelve tema de consumo, estamos trabajando en ello también con las áreas de prevención para que esto no suceda”, afirmó.

De hecho esas declaraciones surgieron tras la captura de uno de los principales operadores de la organización delictiva los “Beltrán Leyva” en la colonia Roma, delegación Cuauhtémoc.

Se trata de Martín Villegas Navarrete, quien además de adquirir bodegas en la Central de Abasto de Iztapalapa, para lavar dinero de las ganancias ilícitas, asumió el control de las rutas de trasiego de drogas en el corredor Guerrero – Morelos – Distrito Federal, luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, en diciembre de 2009, aseguró la Policía Federal.

A Villegas Navarrete se le relaciona con diferentes hechos violentos, entre los que destaca el ocurrido en enero de 2012, en la zona de Santa Fe, DF, donde se localizaron al interior de una camioneta dos cuerpos calcinados y decapitados.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía Federal, a partir de la detención de Héctor Beltrán Leyva, en octubre de 2014, junto con un socio, Martín Villegas asumió la cabeza de la organización delictiva y estableció sus operaciones en los estados de México, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero y Puebla.

El jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, asestó otro tiro preciso para asegurar que en la capital del país y en la delegación Cuauhtémoc existe delincuencia organizada, al recordar el caso Heaven que está por cumplir dos años.

En este, 13 jóvenes fueron secuestrados y posteriormente asesinados e inhumados clandestinamente en el estado de México, tras el crimen de uno de los dealers del grupo delictivo opuesto al de estos chicos, que domina en esa zona.

Dicho personaje era Horacio Vite Ángel, “El Chaparro”, uno de los distribuidores que gozaba de mayor protección y confianza del Cártel “La Unión de Insurgentes”o “La Unión de la Condesa”, el cual predomina en la distribución de narcóticos y estupefacientes en decenas de antros y bares en la Condesa.

A éste lo asesinó La Unión de Tepito, afuera del Bar Black, por invadir su territorio, el cual nunca había ganado Tepito, ya que desde hace años cuanto más crecía la colonia Condesa en antros, bares y restaurantes, más poderoso se volvía “La Unión de Insurgentes o La Unión de la Condesa”.

La demarcación gobernada por MORENA reconoció que a la par de la delincuencia organizada también persisten otras manifestaciones, no propiamente del crimen a gran escala, sino hechos ilícitos o cotidianos como el robo en todas sus modalidades con y sin violencia, que son los que más asfixian a la ciudadanía, al trabajador, al estudiante o a la ama de casa.

La delegación Cuauhtémoc, según estadísticas de la Procuraduría de Justicia capitalina, ocupa alguno de los primeros tres lugares en la incidencia de delitos de alto impacto, junto con Iztapalapa y Gustavo A. Madero.

En estas demarcaciones y por su confluencia con el estado de México, el crimen organizado como Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana y Los Zetas, han dado muestras de estar vigentes para desarrollar no sólo cuestiones de tráfico o venta de droga, sino también extorsiones, secuestros, contrabando de mercancía, piratería, trata sexual, entre otras actividades ilícitas, al igual que en la delegación Cuauhtémoc.

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