Ciudad de México.- Detrás de la salida de Edgar Elías Azar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), existen razones de mucho poder, estima Eduardo López Betancourt, Doctor en Derecho, Pedagogía e Historia.
Desde su despacho, ubicado en el piso cuarenta de una torre de Lomas de Chapultepec, precisa que la Constitución es una criatura recién nacida, contra la que no deberían atentar ni los órganos locales ni los federales. El especialista no toma reparos en expresar su opinión y asegura que los ataques son "políticos y arteros".
“No estoy de acuerdo en que se manifiesten en contra de ella desde el inicio. Estoy en contra de las impugnaciones que presentó no sólo el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), sino inclusive los ámbitos federales que están atacando en este momento a la criatura que acaba de nacer. ¡Déjenla crecer! ¡Dejen que se desarrolle un poco! Tal parece que les incomoda ese sentido liberal que tiene la Constitución de la Ciudad de México”, sentenció.
Con ánimos de ser claro, el académico que lleva 52 años ininterrumpidos de labor, da algunos supuestos por los que abandonó Elías Azar el Tribunal y celebra que la Carta Magna de la CdMx empodere a los ciudadanos para elegir democráticamente a quienes imparten justicia.
Los diplomas y títulos de la oficina rodean al abogado; sin embargo, él se concentra en desmenuzar con sencillez sus observaciones con respecto a la Constitución capitalina, las controversias y acciones de inconstitucionalidad presentadas en la Corte, así como el papel del Magistrado Elías Azar y su sorpresiva renuncia.
—¿Qué significa para usted la salida del Magistrado de este órgano?
— Bueno, para mí ha sido una sorpresa, como también lo ha sido para muchísimos abogados. El mundo jurídico quedó impactado ante una inesperada salida. Es evidente que los órganos se manejan en forma institucional y en este momento, quien fue electo para un periodo de cuatro años, que concluye hasta el 2018, está dejando el cargo.
Por supuesto debe haber razones poderosas, que muchas veces se desconocen. Algunos aseguran que deja el cargo para ocupar la actividad diplomática, esa es la versión periodística pero tiene que haber algo de fondo para una decisión tan importante.
En realidad tengamos presente que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México es el más grande en su género del mundo y, por lo tanto, tiene un sinnúmero de aspectos que hay que atender.
Una salida tan imprevista no deja sino una serie de planteamientos, de preocupaciones por situaciones que no son precisamente las mejores. Se termina una actividad y en este momento ignoramos cuales fueron los verdaderos motivos por los que deja el cargo el magistrado Edgar Elías Azar.
— ¿Cuál cree que sea la razón que lo orilló a dejar el Tribunal?
— Sinceramente, no podría tener una respuesta. Yo creo que ahí hay cuestiones de mucho poder que tal vez él mismo no las quiere dar a conocer, sólo entramos en la especulación. Se dijo entre otras cosas que él había prometido retirarse. Tengamos presente que en su última reelección hubo un sinnúmero de planteamientos legales, inclusive descalificaciones en las que se acudió al juicio de amparo. Hubo magistrados que no estuvieron de acuerdo con su tercera reelección y todo ello, al final de cuentas, lo pudo haber impulsado a dejar el cargo, no sé si fueron problemas internos o si ocurrió un conflicto con los magistrados del poder ejecutivo de la CdMx.
En fin, yo realmente no me atrevería a especular. Lo que sí es que tuvo que darse una razón poderosa para tomar una decisión tan relevante, tan imprevista, insisto, tan sorprendente.
Ya anunció en días pasados que se iba y el día de ayer convocó al pleno para dar a conocer su renuncia. Incluso ya inició el proceso de buscar sucesor. Es una situación impactante que, definitivamente, causa una serie de dudas, planteamientos y de preocupaciones. Esto es lo que hay que tomar en cuenta.
— Como especialista, ¿Cuáles considera que son las cuentas que quedan pendientes en el Tribunal?
— El más importante aspecto es el de los juicios orales. Tengamos presente que se dio una reforma fundamental en el ámbito nacional, para cambiar todo el sistema jurídico mexicano, tanto a nivel Federal como en cada entidad y esto es lo que más nos debe de preocupar.
“Nos debe de preocupar cómo va aquedar este proceso de los juicios orales en la Ciudad, donde todavía se mantienen en un alto porcentaje los juicios tradicionales, donde tiene que darse un paso definitivo. Yo creo que es el renglón que nos debe importar más a los que estamos involucrados en el ámbito jurídico, ¿qué va a suceder con los juicios orales?”
— ¿Qué opina de la ciudadanización del Poder Judicial que fue propuesta en la Constitución de la CdMx?
— A mí me parece correcto, yo pienso que los ciudadanos participen en la decisión. En lo personal, como académico, tengo la tesis de que los jueces, magistrados y, en general, los hombres que aplican las leyes deben de ser electos por el pueblo y no veo la razón por la que al poder Ejecutivo le moleste.
A mí me queda muy mal sabor de boca de que los jueces sean designados por el Poder Ejecutivo, aunque a veces digan que hay una mínima participación del poder Legislativo. Insisto en que debe ser el pueblo quien los elija y la voluntad popular debería ser la que más interese.
— ¿Considera razonable la controversia constitucional que promovió el órgano antes presidido por Elías Azar?
— Definitivamente no. Yo creo que eso fue de muy mal gusto porque implica el tratar de mantener un control, que no es lo mejor. Si algo tenemos que aceptar es que nuestra justicia adolece de severos defectos. El que los ciudadanos participen en la Ley me parece bastante adecuado y no veo la razón por la que los jueces se incomoden y hablen de que se pierde autonomía. Tengamos presentes que nunca han tenido autonomía y que ellos son electos por aprobación. No podemos hablar de ello.
Me parece muy incorrecto el planteamiento que se ha hecho para atentar en contra de la Constitución de la Ciudad de México, que en realidad es un trabajo adecuado, digno de aplausos y que si bien tiene defectos, estos deberán corregirse en el camino.
No estoy de acuerdo en que se manifiesten en contra de ella desde el inicio ni de las impugnaciones que presentó no sólo el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), sino inclusive los ámbitos federales que están atacando en este momento a la criatura que acaba de nacer. ¡Déjenla crecer! ¡Dejen un poco que se desarrolle! Tal parece que les incomoda ese sentido liberal que tiene la Constitución de la Ciudad de México.
— Con respecto a esto que usted comenta, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) promovieron acciones de inconstitucionalidad contra la Carta Magna local, ¿qué nos puede decir al respecto?
— También me parece bastante inadecuado, me parece injusto y me parece atentatorio. Sí hay aspectos que se deben cuidar, pero no en una forma violenta, no acudiendo a la Corte, no dejando a la ciudadanía de la Ciudad de México en condiciones tan desafortunadas.
Siempre se luchó porque hubiera una Constitución y ahora, después de un proceso muy largo en el que tuvieron la oportunidad de participar todos los sectores, empiezan con esto.
“Para mí el tener una Constitución de la Ciudad de México es un gran acierto y me parece muy inadecuado que los órganos federales sean los primeros que estén presentando acciones de inconstitucionalidad, y aún es mucho más grave que lo hagan los partidos políticos. No veo porque Morena, que tuvo oportunidad de participar, también esté planteando inconstitucionalidades. Esto me parece muy desafortunado, una forma artera de atentar contra el derecho que tenemos los ciudadanos, de esta capital, a tener una Carta Magna”.
Creo que ha sido muy injusto todo esto que se está dando, porque es en perjuicio de una criatura que será de gran beneficio para la Ciudad de México y que se puede perfeccionar, estoy de acuerdo, pero aún antes de que empiece su vigencia ya estamos descalificándola. Me parece desafortunado, muy poco correcto, inadecuado y un motivo de crítica severa.
— ¿Cuál cree usted que habría sido el camino correcto para señalar aquello que se puede perfeccionar en la Constitución?
— Tendría que haber habido un proceso en el que participen los miembros del Poder legislativo de la Ciudad de México, como sucede en cualquier ley, se perfecciona ya caminando sobre de ella, si existe alguna contradicción con la disposición Federal.
No hay ningún problema, dicen que la Constitución de la Ciudad de México tiene aspectos que se contraponen a la Constitución Federal, pero no hay problema, señores, este es un renglón de jerarquía de leyes.
Si lo que dice la Constitución de la CdMx es opuesto a lo que señala la Constitución General de la República, se aplicará primero esta última. No veo ningún conflicto. Creo que aquí más bien ha sido un ataque político, artero, de muy mal gusto, que debería evitarse por buena voluntad.
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