Ahora sí con sus datos

Ciudad de México.- El despliegue de 142 mil elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina Armada de México (Semar) y la Guardia Nacional (GN), de ese número 71 mil 470 son para la construcción de la Paz. Acaso los mexicanos que han sido asesinados o abatidos por el Covid-19 ante la irresponsabilidad de ellos y de nosotros, tienen algo que celebrar.

La nobleza de las fuerzas armadas siempre será reconocida, 40 mil 105 están abocados a la atención de la pandemia del Covid-19, que sigue cobrando vidas, aún con aquellos que se vacunaron la primera vez y se sintieron inmunes. Hoy sus familias están pagando las consecuencias. Esa es la realidad del mexicano.

Siempre con atención y gallardía en todo el territorio nacional, el personal militar de las dos Secretarías, unos 16 mil 981 se encuentran respaldando las labores de inmunización de acuerdo con el calendario que le corresponde a las 32 entidades y sus edades marcadas de acuerdo con el proyecto federal.

Defender que la incidencia delictiva en ilícitos de carácter federal, que corresponde a disminuir a la Sedena, Semar y GN un 27.2% entre enero y mayo del 2021, en comparación al mismo periodo de 2019. La cuestión es, por qué no lo compararon con los hechos delictivos y criminales sucedidos en 2020.

Sencillo. No son de halago. E ir a destacar que los delitos electorales y contra la salud entre enero y mayo de este año, aumentaron en relación con el año pasado, si es buen dato “aunque ellos tengan otro’’. Falta contabilizar los ocurridos antes del 6 de junio que se arrastraron por mucho tiempo, debido a que no fue “antes, durante y después’’ de la justa electoral.

Que el concentrado de mayor violencia se ubique en Guanajuato, Baja California, Jalisco, Estado de México, Michoacán y Chihuahua, en los últimos cinco meses de 2021, no son un paliativo de lo que es la realidad, porque 14 mil 243 personas perdieron la vida de una forma u otra, y si lo suman a las familias, a cuánto creen que se llegaría.

Lo más doloroso es, que esas familias no han recibido una atención adecuada, les dan largas o mucho menos, las carpetas de investigación no son integradas porque simple y llanamente no “reúnen los requisitos’’ aunque, las vidas perdidas están ahí. Y los gobiernos locales achacan a la Federación, le dicen que es “responsabilidad federal’’.

COMMODATO

Hoy voy a robar un poco de espacio más. Por mi querida y adorada H. Carlos Septién García. Donde viví una época de 1984 a 1988, cuando el país y el mundo enfrentaba una realidad diferente, siendo la primera generación de LICENCIATURA. 

Había las luchas guerrilleras, movimientos revolucionarios en América Central y las dictaduras militares o de facto en Sudamérica. Algunas, tuve oportunidad de informar y conocer en la agencia de prensa extranjera en México, que me permitió conocer, no por el liviano: “corresponsal de Guerrera’, sino, porque era el único “buey’’ que estaba ahí.

No es de mi agrado y nunca lo ha sido, pueden comentar los compañeros de mi generación. Siempre con sonrisa, desmadroso y demás. Mi trabajo era privado. Luego se conoció y bien. Yo no publicité porque no soy nadie y de ahí mi paso por “UFF…’’.

Me sumó a la lucha por Fernando del Collado, querido amigo. Su padre, mi profesor de filosofía que me quitó un poco lo “pendejo’’ y adoré a esos pensadores. No seguí el camino, claro. Fui por la nota y los otros siete géneros. Está escrito. No abundo más.

Cuando ocurrió esto. No voy a decir nombres. Dije una “Asociación’’. Que hay en muchas universidades de exalumnos y soñé, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): un PATRONATO. Para ayudar a los que me preceden y abrazaron la hermosa carrera.

¡LISTO…!!! 

Provoquen.

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