Ciudad de México.- Hace cinco meses, ciudadanos y padres de familia colocaron un «anti monumento» sobre una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México.
La escultura es roja, metálica y mide alrededor de tres metros de altura. Debajo de ella se logra leer una consigna ya emblemática: «Vivos se los llevaron, vivos los queremos». La escultura muestra un «+43». Un «+43» que muestra cómo la desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa se ha arraigado en la sociedad mexicana.
Hoy, bajo la lluvia, parece que el mismo «anti monumento» derrama sangre. Al igual que varias fuentes de la capital, fue teñida de agua roja en la conmemoración de un año de la desaparición de los 43 normalistas.
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