Kylian Mbappé, el nombre que cautiva miradas, que provoca felicidades y también amarguras. El jugador que evolucionó el arquetipo del delantero francés protagonizado por David Trezeguet, Sylvain Wiltord, Djibril Cissé y Thierry Henry de los noventas y dosmiles. El velocista cuyas habilidades van más allá de la rapidez, volvió a marcar diferencia y reafirmó su posición como el ídolo de París.
En esta ocasión, Mbappé protagonizó una de sus exhibiciones más lindas e importantes del año. El calendario marcó que el martes 15 de febrero, Paris Saint-Germain enfrentase al Real Madrid para su primer duelo de octavos de final de la UCL.
En él, el PSG anuló al Real Madrid en su totalidad. Durante los noventa minutos, los de Carlo Ancelotti fueron incapaces de asociarse y hacer daño a la localía.
Por su parte, los parisinos brillaron bajo la guía de Kylian Mbappé, quien, con su regate, velocidad, cambios de ritmo, recortes, potencia, concentración y profesionalismo, fue capaz de anotar sometiendo a Dani Carvajal y compañía.
El desenlace del partido mostró no solo a Mbappé como la gran estrella, también fueron sorprendentes las actuaciones de Marco Verratti y Danilo Pereira. Su dominio en el mediocampo al recuperar y distribuir, fue el principal motor de la idolatría a Kylian.
Asimismo, el juego de Nuno Mendes por el carril izquierdo fue digno de enmarcar. El chico de 19 años se mostró con carácter para enfrentar este histórico y exigente duelo, donde, en conjunto con su defensa, permitió a Gianluigi Donnarumma ir por un gelato y disfrutarlo en su área sin peligro alguno.
Si bien, el marcador digital del Parque de los Príncipes solo demostró un uno por cero, el PSG y Mbappé se llevaron todas las ovaciones. En general, ningún jugador parisino decepcionó, pero no cabe duda que Kylian es el último y gran ídolo de París, Francia y el mundo.
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