En un contexto marcado por la constante lucha contra el robo de combustible y la necesidad de optimizar la distribución de hidrocarburos, Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha aumentado significativamente su flota de pipas, alcanzando las 1,800 unidades. Este incremento, anunciado por el director general de PEMEX, Octavio Romero Oropeza, es parte de una estrategia más amplia para mejorar la eficiencia logística y reducir los costos operativos de la empresa estatal.
La expansión de la flota no es un hecho menor. Desde febrero de 2022, la petrolera ha renovado sus pipas, comenzando con 30 unidades y alcanzando la cifra actual de 1,800. Estas nuevas unidades, equipadas con tecnología avanzada que las hace más eficientes y menos contaminantes, han permitido a PEMEX transportar 685 mil barriles de combustibles diariamente. Esto representa un incremento del 117% en su capacidad instalada, pasando de 125 millones de barriles en 2021 a 272 millones de barriles en la actualidad.
Sin embargo, la situación no siempre fue tan favorable. En 2021, PEMEX contaba con una flota de 1,444 pipas, de las cuales solo 878 estaban operativas. De estas, apenas 700 unidades realizaban viajes de manera regular, lo que ponía en jaque la capacidad de la empresa para cumplir con la demanda. Hoy, con una disponibilidad del 95%, la mayoría de los autotanques están en funcionamiento, lo que supone una mejora del 144% respecto a las cifras anteriores.
La mejora en la operatividad de la flota no solo se debe a la renovación de las unidades, sino también a un mantenimiento riguroso. Desde 2022, se han realizado más de 118 mil servicios de mantenimiento, lo que ha contribuido a mantener la alta disponibilidad de las pipas.
Incrementa PEMEX su flota de pipas ante persistentes desafíos logísticos
Además de estas medidas, PEMEX ha impulsado la capacitación de sus operadores a través del Centro de Capacitación y Adiestramiento para Operadores de Transporte (CCAOT), establecido en 2019, y ha implementado un Centro de Monitoreo para Autotanques (CEMOAT) que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para vigilar la operación de las unidades y prevenir incidentes.
En paralelo, bajo el PLAN DN-III-E, PEMEX y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han sumado otras 637 pipas a la distribución de hidrocarburos, con el objetivo de hacer más seguras las carreteras y combatir el robo de combustible. Aunque estos autotanques son operados por conductores contratados por la Sedena, la responsabilidad de su mantenimiento y operación recae en PEMEX.
El incremento de la flota de pipas de PEMEX es, sin duda, un paso importante en la dirección correcta. Sin embargo, los desafíos persisten, y la efectividad de estas medidas solo podrá evaluarse en el tiempo, a medida que se reflejen en una mejora tangible en la logística de distribución y en la lucha contra el huachicoleo.
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