El 14 de abril de 2025, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció la imposición de un arancel del 20.91% a las importaciones de jitomate mexicano, medida que entrará en vigor el 14 de julio.
Esta decisión surge tras la terminación del acuerdo de suspensión de investigaciones antidumping establecido en 1996 y renovado por última vez en 2019.
El gobierno estadounidense alega que los productores mexicanos venden el jitomate a precios injustamente bajos, afectando a los agricultores locales, especialmente en Florida.
México, que exporta aproximadamente el 90% de su jitomate a Estados Unidos, considera que esta medida carece de fundamento.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, destacó que seis de cada diez jitomates consumidos en EE. UU. provienen de México, y que no existen alternativas viables para reemplazar este suministro. Además, señaló que la imposición del arancel podría encarecer los productos para los consumidores estadounidenses.
El gobierno mexicano ha iniciado gestiones para negociar con Estados Unidos y evitar la aplicación del arancel. La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su confianza en alcanzar un nuevo acuerdo, similar al logrado en 2019, y criticó la falta de notificación oficial por parte de EE. UU. sobre esta medida.
En respuesta, México ha recordado que mantiene abiertas investigaciones por prácticas de dumping en productos estadounidenses como el pollo y la pierna de cerdo, y no descarta tomar medidas similares si no se llega a un acuerdo favorable.
Este conflicto comercial podría tener repercusiones significativas tanto para los productores mexicanos como para los consumidores estadounidenses, y se espera que las negociaciones en los próximos 90 días sean determinantes para resolver la disputa.