Después de casi cuatro décadas de lucha, una asociación civil de mujeres costureras, quienes quedaron damnificadas por los sismos de septiembre de 1985, finalmente recibió las escrituras que las acreditan como propietarias de un terreno ubicado en la calle Gutiérrez Nájera, en la colonia Obrera, alcaldía Cuauhtémoc.
La entrega oficial se llevó a cabo este domingo, marcando un hito en la historia de estas trabajadoras que, tras perderlo todo, decidieron reconstruir sus vidas sobre los escombros de lo que fue una fábrica colapsada.
El Gobierno de la Ciudad de México donó el terreno, que había sido ocupado de manera irregular desde entonces, gracias a un complejo proceso jurídico gestionado durante la actual administración.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, quien encabezó la ceremonia de entrega, explicó que la regularización del terreno requirió múltiples pasos legales, incluyendo la modificación del acta constitutiva de la asociación civil, la intervención de un Notario Público, y la presentación del caso ante el Comité de Patrimonio Inmobiliario.
“Este proceso se realizó sin costo para la asociación, dado su carácter eminentemente social”, subrayó Batres. El mandatario también detalló que se gestionaron recursos económicos para cubrir los derechos de avalúo e inscripción del inmueble, así como la exención del pago de impuestos.
Finalmente, la firma de las escrituras se realizó ante el Notario Público 222 de la Ciudad de México, con la presencia de representantes de la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario.
El Consejero Jurídico, Néstor Vargas, reconoció la colaboración de diversas dependencias del gobierno capitalino, como la Secretaría de Gobierno, Seduvi, Inclusión y Bienestar Social, y el Catastro, en el proceso de donación y escrituración del predio.
Costureras afectadas en 1985 reciben terreno
Vargas explicó que, tras los sismos de septiembre de 1985, surgieron dos movimientos de costureras afectadas: el Sindicato 19 de Septiembre, que luego se convirtió en la asociación civil “Costureras y Costureros 19 de Septiembre” y recibió las escrituras de su predio en enero de este año, y el Centro de Educación para las Mujeres Trabajadoras, que recibió hoy sus escrituras.
La presidenta de la asociación, Rosa María Hernández, agradeció a la administración actual por atender una solicitud que habían ignorado durante décadas.
“Este logro es el resultado de años de lucha y perseverancia, y hoy, por fin, tenemos la certeza jurídica que tanto necesitábamos”, afirmó Hernández emocionada, al recibir el documento que garantiza a su organización la propiedad del terreno donde han trabajado y resistido por casi 40 años.
La entrega de estas escrituras representa no solo la culminación de un largo proceso legal, sino también un reconocimiento al esfuerzo y la resiliencia de estas mujeres, que han luchado por sus derechos y por un espacio digno para continuar su labor.
Imprimir artículo