En una de las peores crisis de Derechos Humanos en México, está abierto el proceso para renovar a la defensoría nacional.
Está claro que el relevo será nuevamente una mujer porque Rosario Piedra se metió a la reelección pese a sus nulos resultados.
No obstante, en el proceso abierto en el Senado se han presentado perfiles de mayor nivel para que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) regrese al camino de reconocer los derechos de los mexicanos.
La decisión está en manos de Morena y Piedra no ha logrado el consenso de los senadores.
Por ello, en la mesa de negociación para conformar la terna oficial ha cobrado fuerza el perfil de Nashieli Ramírez, titular de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX.
De Ramírez, entre los senadores destaca que en la CDMX avanzó dos veces para su cargo por unanimidad.
Es decir, ha mantenido un trabajo apegado a los derechos humanos, lejos de la politiquería y hoy se requieren consensos.
Adicionalmente, Nashieli Ramírez no tiene veto de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien fue Jefa de Gobierno de la CDMX.
Está abierta la oportunidad para una nueva CNDH y restaurar la época de los Derechos Humanos.
Crisis constitucional
La reforma a la Constitución aprobada en el Congreso de la Unión no trastoca de fondo el amparo, orgullosamente mexicano, al sólo elevarse a rango constitucional lo que está previsto en el artículo 61, que por cierto es una aberración de los neoliberales que hicieron del amparo un instrumento complejo e inaccesible para los ciudadanos.
Lo garrafal de la reforma de “supremacía constitucional” es su segundo transitorio, por supuesto inconstitucional, con el que Morena pretende que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no discuta la reforma al Poder Judicial y la anule por los vicios del proceso legislativo.
En Morena olvidan que existe el principio de no retroactividad de la ley, pero como no lo entienden, México va sin remedio a una crisis constitucional, justo cuando ya se sepa quién será el nuevo presidente de Estados Unidos. Esperemos las consecuencias de la borrachera del poder.
NOCAUT.
En la CDMX el famoso Bachetón que ordenó la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, no ha dado resultados porque parece que sus alcaldes y los de la oposición andan en otras prioridades.
O más bien no hay presupuesto para ayudar, debido a que todos los que se fueron mañosamente dejaron todo el dinero público comprometido.
Así que la CDMX seguirá en el bache eterno hasta que Brugada y los alcaldes tengan presupuesto y le paren a sus grillas internas.
¡Abrazos, no periodicazos!
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