Piden regular vientres de alquiler. El senador José Narro reconoció que no existe un marco internacional específico que regule esta práctica.
Sugirió que se debe establecer una diferencia entre la gestación subrogada y los vientres de alquiler.
Pero antes de pensar en regular se deben conocer a fondo las circunstancias que rodean los fenómenos.
Agregó que se deben encontrar formas jurídicas que eviten que la gestación subrogada “sea una nueva forma de explotación de mujeres».
Narro Céspedes puntualizó que en la sociedad actual todo se ha convertido en mercancía.
Donde puede ser vendido o alquilado, como el vientre de una mujer para la concepción de un nuevo ser.
Agregó que es fácil encontrar en redes sociales mujeres, que ofrecen su vientre con precios que pueden ir desde los 100 mil hasta los 500 mil pesos.
Piden regular vientres de alquiler
No obstante, al término de la gestación, las mujeres llegan a presentar un duro golpe psicológico ante el apego formado durante los nueve meses de embarazo.
Que puede provocarles depresión al ser despojadas del ser que trajeron al mundo y ante la situación económica que presentan.
Recordó que desde 2018, la Relatora Especial de las Naciones Unidas llamó para que se transmitan la preocupación por las adopciones ilegales.
Así como los acuerdos comerciales de maternidad subrogada internacional, pues no se debe legitimar la venta de niñas y niños a través de esta figura.
Alicia Miyares, investigadora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Oviedo, dijo que la agenda feminista incluye el trabajo legislativo.
A fin de combatir el mercadeo reproductivo que hay en torno a las mujeres.
Propuso que el Senado de México analice el marco jurídico de los derechos de las mujeres con relación al negocio reproductivo.
Ya sea por razones comerciales o altruistas, se debe legislar para terminar con esta práctica del alquiler de vientres.
“Es una problemática que debe terminar, porque la pobreza y las necesidades económicas de quienes rentan sus cuerpos no pueden ser escusas.
«Para plantearnos la necesidad de una legislación que atienda esta situación”, subrayó.
La académica propuso que haya programas y acciones políticas con presupuesto suficiente para combatir la feminización de la pobreza.
“No queremos que las mujeres sean el útero de México, de Estados Unidos ni de Europa”.
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