Nuevo escándalo por uso de Ivermectina en la Ciudad de México.
En un principio el escándalo fue porque se reveló que el ensayo que hizo el gobierno de Claudia Sheinbaum con los capitalinos se realizó sin el consentimiento de los pacientes.
La Jefa de Gobierno, que es muy predecible en sus posiciones políticas, salió en defensa de sus colaboradores José Peña Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, y la secretaria de Salud, Oliva López.
Lo hizo sin argumentos y lejos de dar la cara y asumir la responsabilidad, dijo que se trata de una simple campaña de desprestigio.
Aseguró que la oposición generó el escándalo y lo que buscan es desestabilizar a su gobierno.
Y la defensa fue tan pueril que llegó a decir que los ataques provienen de la oposición porque está molesta de que Merino ha avanzado en digitalizar trámites.
Pero si se hace una revisión más puntual de los hechos se encuentra que hay cifras discordantes sobre el uso de la Ivermectina.
En un primer momento, Merino había dicho que su ensayo se había realizado en una población de más de 200 mil personas, pero el medicamento sólo había llegado a 110 mil personas.
A ninguna persona se le informó que sería parte de un experimento clínico porque el medicamento no está aprobado por las autoridades sanitarias.
El ejercicio se realizó en 2020, según lo dicho por la Jefa de Gobierno.
Nuevo escándalo por uso de Ivermectina
Pero en el informe de avance del último trimestre de la Secretaría de Finanzas se reveló que la Ivermectina se siguió dando a los pacientes de Covid19 durante todo 2021.
Es decir, en el gobierno de Claudia Sheinbaum no se tiene un claro registro del uso del medicamento que se impulsó como una política pública.
Lo grave es que a las personas se les ha ocultado la información y se les trata como conejillos de Indias.
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