Yo propongo…

Ciudad de México.- Una Ciudad Universitaria, es un conjunto de edificios dedicados a las actividades académicas ya sean de una sola institución, o varias de ellas en un espacio determinado. 

El 31 de diciembre de 1945, el Congreso aprobó la fundación y construcción de lo que hoy conocemos como CU, en la zona del Pedregal de San Ángel, aunque fue hasta finales de 1946 cuando se dispusieron de los medios necesarios para el proyecto y en el año de 1950 se colocó la primera piedra.

Hoy la Ciudad Universitaria de la UNAM, es no sólo Patrimonio de la Humanidad sino un espacio fundamental de todo el país, donde 350 mil alumnos con el apoyo de mas de 40 mil profesores y empleados se forman todos los días buscando un futuro promisorio para ellos y para todo el país; sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, hay un dato fulminante que hace pensar que ese gran esfuerzo que se inició el siglo pasado no es suficiente: la proporción de alumnos aceptados versus el numero de solicitantes para una oportunidad de estudiar en la UNAM, una demoledora proporción de 10 a 1. 

En estos días en el acontecer nacional, un tema atrajo la atención de todo el país, la decisión del próximo gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador de suspender las obras del Nuevo Aeropuerto de Texcoco, para ser sustituido por un sistema aeroportuario integrado de inicio por el actual aeropuerto Benito Juárez, el de Toluca y un acondicionamiento de la actual Base Militar de Santa Lucía. 

A raíz de esto, me pregunté que se podría hacer con la gran extensión de terreno que ocuparía esa obra extinta y con la obra ya realizada, pero sobretodo con la gran cantidad de materiales que se llevaron ahí para acondicionar las pistas de aterrizaje y despegue.

¿Podría ser acaso una gran oportunidad para hacer envés de una obra magna de infraestructura aereoportuaria, una nueva Ciudad Universitaria del Oriente del Valle de México?.

La extensión del terreno para el nuevo aeropuerto ocupaba 4000 hectáreas, la Ciudad Universitaria un poco más de 700, ¿se podrían combinar un gran espacio universitario con una reserva ambiental, que permita romper la inercia de siglos del manejo de agua para entrar en una nueva etapa de sostenibilidad hídrica del Valle de México?. ¿Se podrían utilizar las estructuras que llevan avance de obra, para convertirse en una Universidad envés de una terminal aérea? ¿Todo ese material enterrado para estabilizar pistas, serviría en la construcción de esa nueva sede universitaria y con eso recuperar miles de millones de pesos invertidos?

Yo propongo que el actual terreno del NAIM, se convierta en una nueva sede de la UNAM, la del siglo XXI, la de la cuarta transformación; espacio académico inmerso en una gran reserva hídrica, donde se pueda profundizar la investigación y el conocimiento sobre el medio ambiente, las nuevas ramas y especialidades enfocadas a soluciones ecológicas para enfrentar el cambio climático. Una gran declaración de México al mundo, que se compromete con la sostenibilidad y que abre la puerta a cientos de miles de jóvenes de ser parte de ello en esta nueva Ciudad Universitaria, la Universidad inmersa en el lago, la gran Universidad del medio ambiente.

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