Voluntarios: no son una etiqueta, son jóvenes que quieren cambiar el país

Ciudad de México.- 2017/ 09/ 28 Así como mucha gente ofreció sus manos, su casa, su comida, un grupo de jóvenes ofreció su canto de luz y esperanza para animar a familias de las víctimas que acampan a orillas de la denominada y acordonada  zona cero del Edificio Álvaro Obregón 286.

"Yo vengo a ofrecer mi corazón" es el título de la canción que  empezó a inundar los oídos de muchos en la Avenida Oaxaca, en la Colonia Roma Norte, en la esquina que contrastaba con el silencio de voluntarios, brigadistas y reporteros que observaban como una gran grúa blanca comenzaría momentos más tarde a entrar en acción.

 ¿Qué es eso? ¿Quiénes son?, preguntaban los curiosos. La melodía es aquella que se escuchaba hace tres años en las marchas por desaparecidos, y ahora se ha convertido en un himno para ellos.

El arte es la forma más bella de llegar al corazón, cura heridas, ayuda en los momentos difíciles,  es una terapia para quienes necesitan un consuelo. Los resultados se ven reflejados en na pequeña sonrisa, y unos minutos de alegría que impactan en las caras desveladas y cansadas que esperan por un respiro de certeza por sus familiares.

No tienen nombre, pero sí van más allá de la etiqueta o el grupo social, son jóvenes, "la fuerza millenial", aseguran. 

María Fernanda Campos, estudiante del ITAM; Mariana Arenal, actriz de Casa del teatro; Javiera Valenzuela, estudiante de Geografía, en intercambio de la UNAM; Mariana Pérez, maestra de Preescolar; Antony de la Vega, actor de Casa del teatro; Olíl Eredia, actor de la ENAT de Bellas Artes; Olú Adivora, músico; y Óscar Alexander, actor, fueron los jóvenes que sin conocerse, atendieron una convocatiria a través de Facebook, creada por Erika Retiz, actriz del Círculo Teatral; para participar en las actividades de apoyo en distintos puntos donde se agrietaron los corazones de los capitalinos tras el sismo del pasado 19 de septiembre.

Ellos ofrecen su talento a través de la música y estan convencidos de que se puede generar un cambio.

"A nosotros, como jóvenes nos toca dar algo más allá de lo material, dejar una semilla una sensación que deje algo profundo, y en eso estámos, intentandolo", expuso una de las estudiantes.

Este es un grupo de de todos y para todos, expresan a modo de invitación a quien se quiera sumar, los artistas mexicanos. 

Convencido de que el arte quiere mover el alma: los familiares, voluntarios, toda la gente que ha trabajado.Creo que también el alma está cansada. Venimos a alentar un poquito ese espíritu para que sigan con fé y con muchas ganas de seguir trabajando, puntualizó el actor Antony de la Vega.

Así como ellos, cientos de jóvenes voluntarios salieron a las calles desde el martes pasado, para ayudar en lo que podían desde cargar una cubeta con agua, atender a heridos , tratar crisis, preparar la comida para voluntarios y brigadistas,  llamar a los bomberos, etc. La pregunta que inunda es ¿Por qué?

Y ellos responden: porque aquí vivo, es mí país, es mi gente "y sí podemos generar un cambio". Finalmente se retiraron coreando esperanza tras aplausos de los espectadores y familias, que aún esperan sentados recibir noticias.

Los voluntarios

Un chaleco naranja chillante los delata  a la mayoría, provienen de diferentes partes de la Capital CDMX, unos vienen de Tllapan, otros de la Gustavo. A. Madero, pero la mayoría son de Cuauhtémoc. ¡Sí! Sus caras los delatan de entre quienes al parecer tienen más experiencia. Con base en la dad y en los conocimentos que han adquirido les asignan sus roles.

Alejandro García Pérez, un joven de 30 años, participa como voluntario desde el miércoles pasado, tras el derrumbe del edificio de Álvaro Obregón en la Colonia Roma Norte. Se da tiempo en su trabajo como locutor de radio los fines de semana, y e sus tiempos restantes los logró acoplar a las tareas de ayuda.

No lo mueve otro interés más que el sentimiento de solidaridad y la empatía con los demás. "El caos del desastre fue lo primero que em motivó  a participar, y la necesidad de ayudar a las demás personas. Vi caer el edificio de Chimalpopoca y Bolivar. Fue impresionante y triste", indicó con una mueca.

Sin duda los millennials han demostrado todo lo contrario a los adjetivos que los catalogaban algunas personas, explica. "No le pidas a un millennial que levante su cuarto, por que no lo hace, pero pídele que levante un país y sin dudarlo, lo hace".

Asimsimo, Alejandro aseveró que las autoridades tienen una tarea titánica frente a sus ojos, la cual tiene que sobrepasar las acciones de educación de la prevención. 

Por el contrario, Jésus, un chico que a pesar de su estatura, refleja menor edad, fue exhortado por sus hermanos para ayudar.

"Quiero ayudar a reparar mi país. Muchos creen que somos irresponsables, porque nos gustan las fiestas, nos gusta salir, nos gusta estar en el internet, pero cuando ocurre un problema como este, todos nos unimos para ayudar", aseveró el joven de 15 años de edad, encargado de dar acceso a brigadistas a la zona de acopio de la Avenida Oaxaca en la Col. Roma Norte. 

Como ellos, aproximadamente, tan sólo en este punto hay 600 brigadas de voluntarios registrados, y más los que se suman al día, indicó.

 

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