Tlalpan continuará caminando en tierra firme, asegura Sheimbaum; mientras, ella buscará Jefatura de Gobierno

Ciudad de México.-Entre porras, aplausos y un forzado ambiente de júbilo, fue recibida la delegada de Tlapan, Claudia Sheinbaum, en la explanada delegacional de la demarcación para emitir su Segundo Informe anual de trabajo, lugar que aprovechó para “destaparse” oficialmente por la Jefatura de Gobierno de la capital.

En la explanada delegacional, el equipo de Sheinbaum  preparó la antesala para que entre porras de”Claudia, estamos contigo”, “Tú eres la esperanza”, “Tlalpan está con Claudia”, fuera bien acogida.

De negro y un azul petróleo en su vestimenta, Sheinbaum caminó al escenario y saludó con la mano en alto al público tlalpense  que brilló por su ausencia, pues, en una atmosfera donde parecía una competencia de porras, destacó la participación de los habitantes de Xochimilco, Tlahúac, Azcapotzalco, hasta de Iztapalapa y Cuauhtémoc; acarreados les llaman.

“Movimiento Ciudadano, gracias” se escuchó por el micrófono; enviaban saludos a algunos militantes del partido (parte del Frente Ciudadano Por México) que asistieron en apoyo a la delegada, al igual que el respaldo notorio de gente del Partido del Trabajo, quienes con mantas gigantes subrayaron “Estamos con Claudia, estamos con Morena”.

La música que interpretaban en ese momento un grupo de músicos de los pueblos originarios, parecía entorpecer el vídeo que la delegación intentaba reproducir para informar las acciones de la administración, sin embargo, minutos después la misma Sheinbaum les agradecería preservar ese patrimonio cultural a quienes por momentos parecían interrumpir su anunció.

En primera fila para presenciar el informe de quien fue ungida por López Obrador asistieron Clara Brugada, Martí Batres, Bertha Luján, Rigoberto Salgado y Cesar Cravioto.

Además, también asistieron como invitados Layda Sansores, Dolores Padierna, Alejandro Encinas, Pablo Moctezuma, Avelino Méndez, Luis Meneses y Pablo Moctezuma, entre otros.

Sin embargo, notoriamente alguien brilló por su ausencia, Ricardo Monreal, quien pese a decidir continuar en el partido de López Obrador, no se presentó a respaldar a Sheinbaum.

 Una vez leídas las 10 acciones logradas en su administración, reprochó a la Asamblea el “castigo” ejercido en la delegación al destinar menor cantidad de recursos durante este año, siendo “la delegación que mayores recursos inyecta a la infraestructura pública”.

Recalcó que ni Tlalpan, ni su gestión se han vendido a inmobiliarias, ya que tan sólo en el primer año de estar en su cargo logró 139 suspensiones de obras irregulares que este año concluyeron en 465. Con ello se limpió las manos y culpó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y a la Secretaría del Medio ambiente, una por tener las funciones de conceder los permisos y regulación de uso de suelo, y la otra por diagnosticar y vigilar los niveles de daño al ambiente con las obras.

Sin muchas expresiones más que una sonrisa notoria al final de su declaración abierta por contender el ejecutivo de la CDMX, al decir:

“Todos los ciclos se cumplen y se abren nuevos, hoy quiero informar a ustedes y en particular a los ciudadanos de Tlalpan que nos dieron su confianza que a partir del 5 de diciembre del presente he decidido solicitar licencia definitiva al cargo de jefa delegacional en Tlalpan”.

Sheinbaum continúa con una mancha gris, un personaje sin color pero con el respaldo de la mayoría de su partido, mayoría de no ser por su distanciamiento con Ricardo Monreal. Aseguró finalmente que “Tlalpan sigue caminando de pie firme”, pero ahora ella dejará la gestión y buscará su objetivo de contender en las elecciones del 2018, frente a la desaprobación de su administración, que ahora se vuelve inconclusa.

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