Ciudad de México.- Si esto que vimos los cada vez menos aficionados que acuden a la Plaza México domingo a domingo no es tocar fondo, lo que sigue podría ser ya el lamentable camino a la desaparición de la Fiesta Brava en la Ciudad.
Y no, no es por los grupos antitaurinos que con mucho ruido pero poca representación, cada año insisten en la prohibición de la tauromaquia. Tampoco por los pocos asambleístas que han pretendido sin éxito modificar la Ley de Espectáculos Públicos del Distrito Federal para eliminar a las corridas de toros.
La causa, irónicamente, se centra en los “taurinos” que (mal) administran lo que fue la Plaza de Toros más importante de América. Hoy su importancia sólo recae en su historia y en su gran capacidad: el Coso Monumental que tuvo llenos hasta reloj en novilladas hace algunos decenios, hoy no logra si quiera llenar el numerado -la mitad de la capacidad total de la plaza que suma 42 mil asientos- en su corrida de Aniversario.
¿La causa? Carteles a capricho de la Empresa, sin impulso a jóvenes promesa, sin la presencia de las grandes figuras, con el dispendio de premios sin merecimiento, y lo peor, con la ausencia permanente del toro bravo.
A pesar del indulto de tres toros en esta Temporada 2014-2015, dato no menos raro si en 68 años se habían logrado sólo 27 indultos, la cosecha de lidias extraordinarias ha sido la más pobre; la única constante fue el recurso del toro de regalo para salvar las somnolientas y frías tardes, incluida también la larga noche del Aniversario.
Las ausencias se notaron, los españoles que vinieron quedaron a deber y la máxima figura mexicana, joven que merece todo el apoyo, tampoco se arregló con el empresario.
Las crisis son momentos de oportunidad. De no entender y asumir la situación, seguirán las malas entradas, elementos que sin duda aprovecharán los opositores a la Fiesta para continuar su lucha.
Las Peñas y Porras Taurinas, así como los aficionados de sepa, debemos alzar la voz. Por lo pronto concluyó la triste Temporada, y continuarán los festejos en el interior de la República, con carteles mejor rematados, a los que habrá que seguir con detalle a los Matadores mexicanos como Saldívar, Silveti, Llaguno, Rivera y por supuesto Joselito Adame. Ellos deben ser la apuesta del presente y futuro de los toros en nuestro país.
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