Sin imputaciones la mujer sobreviviente del pacto suicida en San Jerónimo Lídice

Ciudad de México.- La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México no pudo imputar ninguna conducta delictiva a la única sobreviviente del pacto suicida del pasado seis de junio cuando perdieron la vida tres niños y dos adultos, quedado gravemente herida la abuela materna de los menores.

La sobreviviente,Rosa María Cortés Espinosa tendría que comparecer ante la autoridad ministerial para deslindar responsabilidades por los hechos ocurridos el en la colonia San Jerónimo Lidíce en la calle de San Bernabé en la delegación  Magdalena Contreras.

Sin embargo, la sexagenaria tramitó un amparo en contra de cualquier tipo de ordenamiento judicial para ella, por lo que obtuvo la suspensión de plano y pudo salir sin ningún problema del hospitals Médica Sur donde fue asistida después del suicidio.

Ahora, a través de las listas de acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal se informó del sobreseimiento del juicio 540/2017 promovido por Cortés Espinosa el 15 de junio pasado ante el Juez Cuarto de Distrito, pues no haya ninguna orden de aprehensión vigente, pues así lo notificaron oficialmente las autoridades de la PGJCMDM.

Así el procurador de justicia capitalino, el jefe de la Policía de Investigación; el Fiscal y Ministerio Público de Tlalpan y Magdalena Contreras negaron los

hechos, por lo que no hay órdenes de detención o alguna implicación jurídica en contra de la mujer.

“Las autoridades responsables al rendir sus informes justificados negaron la existencia de los actos reclamados, sin que la parte quejosa hubiera aportado prueba alguna para desvirtuar dichas negativas”.

“En tales condiciones, se sobresee en el juicio de garantías, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 63, fracción IV, de la Ley de Amparo”, se notificó

a través de los estrados del CJF.

De acuerdo con las primeras investigaciones, se presumía  que los adultos, Mireya Agraz Cortés, madre de los menores muertos; Roberto Agraz, y Rosa María  Cortés, padres de Mireya,  consensuaron el suicidio colectivo,  le dieron a beber y comer a los niños una mezcla de fármacos,  para luego ellos hacer lo propio, lo que dejó como saldo a cinco personas muertas, y  la sexagenaria en estado grave, aunque logró sobrevivir.

En este sentido la autoridad ministerial informó que ya se dio complimiento con el fallo protector, por lo cual, al haber sido dada de alta el lunes pasado como se informó, no fue asegurada  para presentarla ante el Ministerio Público donde sería entrevistada por la muerte de su hija, esposo y nietos, y las circunstancias en las que se dio en suicidio.

En el 2014 la pareja comenzó un litigio ante el Juzgado 11 de lo familiar en la ciudad de México por la custodia de los tres menores  entre Mireya y su esposo Leopoldo Olvera, padre de los menores fallecidos.

Dos años después, la juez falló a favor del padre una vez que se comprobó que la madre  no estaba en condiciones de conservar la custodia de los niños y la alienación a la que estaban sometidos, no sólo por ella, sino por los abuelos maternos.

La sentencia de la juez obligaba también a los abuelos maternos a no tener contacto con las niñas y el niño, para evitarle un grado mayor de afectación emocional, y los predispusieron en contra del progenitor.

Durante este proceso Mireya  acusó en dos ocasiones a su cónyuge de abuso sexual por tocamientos, primero en contra de niño y años después contra una de las gemelas. En ambos casos, el Ministerio Público determinó que no existía ningún elemento de prueba.

Asimismo, entre 2016 y 2017 se hicieron cinco apercibimientos para que  Mireya entregar  los menores, pero se rehusó atender la orden judicial y el pasado  siete de junio ocurrió el suicidio.

En la recámara donde fueron localizados los cuerpos se encontró una  carta póstuma de Enrique, así como un sobre con dinero para los gastos funerarios, el  testamentos, las escrituras de la casa, y datos sobre sus negocios.

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