Ciudad de México.- Al entrar al Congreso de la Ciudad de México le pregunté al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, qué le deseaba a Claudia Sheinbaum, quien estaba a unos minutos de tomar protesta como La primera Jefa de Gobierno electa de la Capital CDMX.
“Le va ir muy bien a Claudia y también muy bien a la Ciudad de México”, dijo el ex jefe de Gobierno de la CdMx, quien se perdió en el remolino de diputados locales que fueron al besamanos.
Minutos antes había dicho que Sheinbaum lo va a superar y si de acabar con la parafernalia del poder se refiere, la Jefa de Gobierno ya lo logró.
El 5 de diciembre al salir del Teatro de la Ciudad de México, donde presentó a su gabinete legal, caminó libre por las calles del Centro Histórico y abrió las puertas del Antiguo Palacio de Ayuntamiento para que entrara el pueblo, como le llaman en Morena.
La caravana que realizó Sheinbaum fue un hecho histórico, nunca antes un gobernante de izquierda se había dado ese baño de pueblo.
Sin embargo, no basta con abrir las puertas al pueblo para hacer un gobierno abierto, sino se debe crear un gobierno transparente que respete la libertad de expresión.
En su segunda conferencia de prensa, la Jefa de Gobierno ya empezó a limitar a los reporteros de la fuente a hacer sólo cinco preguntas. Esa medida es un censor para la libertad de expresión que han mantenido los gobiernos anteriores. Están a tiempo de corregirlo y no caer en la contradicción.
En transparencia, la Jefa de Gobierno ya dio su primer golpe al mostrar su declaración 3 de 3, pero al cierre de esta edición no lo han hecho el 80 por ciento de funcionarios de su gabinete. ¿Por qué la tardanza? ¿Qué están acomodando? Por ahora seamos optimistas como López Obrador y confiemos en que a la CdMx le va ir bien en los próximos seis años.
Resparece El Camarón
Muy sigiloso anduvo en el Teatro de la CdMx, Alfredo Hernández Raigosa “El Camarón”, quien dejó el PRD en época electoral propinándole un golpe letal a su ex pareja la ex delegada de Iztapalapa Dione Anguiano, quien ya dijo en estas planas que se irá un tiempo de la política.
El Camarón fue recibido en Morena con bombo y platillo y en el reparto de cargos de Sheinbaum ya fue compensado su esfuerzo al devolverlo a la Secretaría de Movilidad, donde le habían creado la Subsecretaría de Desarrollo de la Movilidad en el sexenio de Miguel Ángel Mancera.
Ahora será “Director General de Inteligencia y Cultura de la Movilidad”, que en palabras de El Camarón será la labor de atención ciudadana y en el territorio la revisión de la movilidad.
Un acierto llevar a El Camarón a una responsabilidad política en una Secretaría donde se optó por entregarla al académico Andrés Lajous que poca experiencia tiene para lidiar con taxistas y microbuseros de la capital del país.
Joven promesa
Durante la campaña de Sheinbaum, la ex diputada local Beatriz Olivares se concentró en tejer redes con la juventud para obtener votos para Morena.
El resultado superó las expectativas y por ello a Olivares le entregaron el Instituto de la Juventud de la CdMx, una área que ha sido muy olvidada por los gobiernos de izquierda.
Sheinbaum y Morena tienen ahora no la oportunidad sino la responsabilidad de pagar la deuda con los jóvenes de la capital del país que han sido las víctimas del neoliberalismo, la brutalidad policiaca, y dónde se ha roto el tejido social para fortalecer las bases del crimen organizado.
Con la suma de liderazgos políticos, Sheinbaum está rompiendo la imagen de debilidad que se veía en su gobierno por ponderar a académicos para dirigir los destinos de la CdMx. Enhorabuena.
NOCAUT. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se subió al ring con López Obrador y pinta un pleito agudo. Hagamos votos porque gane la razón y se ajusten los salarios a la realidad del país, pero con el respeto de los poderes porque de lo contrario perderemos todos.
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