Sheinbaum entregó a la reina de la CDMX

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- A menos de dos meses de que arranque el año electoral de 2021 se empezó a sacudir el tablero político de la Ciudad de México con la extracción de Rosa Icela Rodríguez del gabinete de Claudia Sheinbaum. 

El movimiento no fue casualidad como lo es nada en la política ni mucho menos la forma en la que lo realizó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien el sábado pasado soltó la bomba de que Rodríguez se sumaría a su gabinete para coordinar la Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. 

La pregunta que surgió de inmediato fue si se trató de un premio o un castigo y ahí dependerá desde qué óptica se quiera ver la jugada. Lo cierto es que el ajuste responde a que Sheinbaum ya puso en marcha su plan, bajo la guía de López Obrador, para no perder la mayoría en el Congreso de la CDMX y las 16 alcaldías, donde las encuestas ya le anticipan un fracaso, y eso pasa por cerrar su equipo a los puros de Morena, los obsequiosos del Palacio Nacional, que son los mismos que quieren retener la dirigencia nacional del partido del tabasqueño incluso desacatando la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que les dio como plazo fatal el 31 de agosto próximo para hacer una elección abierta a la ciudadanía y renovarse.

Todo apunta que Alfonso Ramírez Cuellar, leal a Sheinbaum, se va a quedar para ordenar los comicios pese a las consecuencias jurídicas que de ello emanen. ¿Qué miedo puede haber si el Presidente está de su lado? 

¿Quiénes son esas cabezas visibles? Martí Batres y Clara Brugada, quienes juegan en lo local y tienen un grupo de unos 20 legisladores en el Congreso capitalino y se han cerrado a Sheinbaum.

Ellos por supuesto que ven la jugada como un triunfo porque afirman que Rosa Icela Rodríguez “estorbaba” en los planes de Sheinbaum debido a que ella tenía puente con el equipo de los legisladores que lidera el senador Ricardo Monreal, antagónico a la Jefa de Gobierno.

Incluso esparcen la especie de que el castigo fue por ser “tramposa”. Más allá de sus dichos que son politiquería hay una realidad. A finales de 2019, Sheinbaum reunió a los congresistas para cambiar coordinador y poner fin al pleito y en esa ocasión la mandataria sacó del salón a Rosa Icela Rodríguez y ahí regañó a todos los diputados por estar envueltos en actos de corrupción, en particular, señaló al vicecoordinador José Luis Rodríguez, quien aseguraban era cobijado por la ex secretaria de Gobierno, y la pidió poner un alto a sus excesos en la Auditoría Superior de la CDMX, que está bajo su mando.

Esa reunión puso fin a Rosa Icela Rodríguez como interlocutora y su luz se fue apagando hasta generar más choques al interior del Gobierno capitalino con el Congreso local.

Sheinbaum al sustituir a Rodríguez por José Alfonso Suárez del Real mandó el mensaje de conciliar a los grupos de donde saldrán los futuros candidatos y eso se cierra a quienes decida la Jefa de Gobierno que ya tiene la venia del Presidente.  

Ahora sigue el movimiento de su operador financiero Héctor Ulises García Nieto, un personaje macabro que va por tomar las riendas de la elección y se acerca al Gobierno con el apoyo de Efraín Morales, un consentido de Sheinbaum, y donde la puerta ya está cerrada a todo lo que se apegue a Monreal, quien juega dentro y fuera de Morena.

NOCAUT. Sheinbaum en su juego cedió a la Reina y está en jaque. ¡Abrazos, no periodicazos!

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