Ciudad de México.- Pues como decía mi madre: ¡Será el sereno, pero…! Eso de que hay diferencias entre el vídeo de Emilio Lozoya Austin,donde el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), no sale y el donde David León Romero le entrega un sobre con dinero a Pío López Obrador son “cosas diferentes’’, eso ni en Plaza Sésamo se la tragarían pues.
Y aún más lo expresado por su fabulosa cónyuge, la intelectual Beatriz Gutiérrez Müller que le gustaría ver a Leona Vicario grabada en un video dando dinero a la independencia -no dice de quién- eso no se lo cree ni Eugenio María Giuseppe Giovanini Pacelli, mejor conocido como el Papa Pío XII.
Lo peor es que sus huestes morenistas, se atreven a llamar “imbéciles’’ a quienes cuestionan las comparaciones y no miden con la misma vara, porque dicen que “Pío es su enemigo político y es priista’’, de su carnal, claro. Que falta de conciencia y añaden que fue en 2005 y por tanto ya es pasado para ser delito electoral.
O se atreven a contabilizar las sumas de dinero, a Lozoya Austin le clavan miles de dólares, mientras que al pollito Pío, le entregaron un sobre no lacrado, sino por una lacra pelona que ahora anda chambeando en el sequito de Andrés Manuel López Obrador, no creo que un analista de video desapruebe la revisión de los dos “videos’’.
Y lo más absurdo, es que el señor presidente López Obrador haya ordenado la difusión tanto del video como el contenido de la denuncia presentada de Lozoya Austin y lo peor, que el impoluto primer Fiscal Federal en la historia moderna del país, se haya prestado a eso y luego a salir a decir: “yo no fui… fue te…’’, acaso tenemos frente de dos dedos.
Lo más ridículo es que la presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, en Paseo de la Heroínas de Paseo de la Reforma al inaugurar una escultura de Leona Vicario, se atreva de forma burda defender a su esposo con lisonjas, ya no lo necesita.
El señor de Macuspana, que vive en Palacio Nacional, como acto de austeridad Republicana, no conoce que existe mucha diferencia cuando acusa un “acto de corrupción’’ en del Lozoya Austin y el segundo lo califica como “aportación’’ de qué o qué.
Los políticos lo llaman “diezmo’’, se les quitan a quienes llegan a emplear cuando tomar el poder quesque para las arcas del “partido’’ al que pertenezcan, así como rentan casas o “depas’’, que se agenciaron o adquirieron por terceras personas, obtenido con el sudor de su frente.
Como sea, ambos son actos de corrupción. Eso que López Obrador dice está limpiando de arriba hacia abajo, pero más bien se le está encharcando el jabón, cloro, aromatizante y desinfectante en escaleras que lo están haciendo resbalar muy “fuchi…’’ como dice, lo que también ayudaría a combatir el COVID-19.
COMMODATO
Hablando de limpieza, se elevaron denuncias y quejas ante la secretaría del Trabajo y Previsión Social, que encabeza Luisa María Alcalde, en el sentido que la Unión Nacional Independiente de Trabajadores y Empleados de Limpieza (UNITYEL), que dirige Marco Antonio Reyes Saldívar, sigue aumentando su monopolio en la CDMX.
Esto porque, como es el “inventor’’ del requerimiento obligatorio de los certificados ECO 960 y ECO 961, protocolo para prevenir “infecciones relacionadas al COVID-19, UNITYEL está beneficiando a las empresas: Limpieza y Mantenimiento Xielsa o Mer Solutions, que representan los hermanos de Reyes Saldívar.
Dicen los “satanizadores’’, que así obtuvieron el contrato de limpieza para los agremiados a UNITYEL, que no defienden según las quejas, para realizar la “sanitización’’ -palabra que no debe existir- en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), donde despacha un futuro “presidenciable’’ de Morena.
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