Referentes del manejo de la pandemia en la CDMX

Ciudad de México.- Hace algunos días un compañero periodista me preguntaba si creía posible que, si algún gobernante demostraba poner el ejemplo en el manejo de la pandemia del coronavirus en el sentido de verdaderamente “domarla” podría utilizarse electoralmente ante la proximidad de las elecciones en la Ciudad de México.

En principio mi respuesta fue de asco. Es decir, se necesitaría ser muy mezquino para que, si se tuviesen buenos resultados en el manejo de la pandemia, esto llegara a trascender en las próximas elecciones de nuestra Ciudad Capital donde se renovará tanto el Congreso local como las 16 alcaldías.

Segundo. La atención a la presente emergencia sanitaria no debe de verse como un favor que el gobierno realiza, es su obligación velar por la salud y beneficio de la población. Aunque en esto, por supuesto, tiene que ver mucho, la atención y el respecto que la ciudadanía tenga de las medidas que adopte el gobierno capitalino que, dicho sea de paso, tan sólo con el cubre bocas, como han informado varios medios de comunicación, en diversas zonas de la Ciudad la ciudadanía de plano no hace caso.

Tercero. Es claro que, desde hace algunas semanas, al menos así lo han registrado algunas notas periodísticas, han existido desencuentros en la forma de atender esta pandemia entre el gobierno federal y el gobierno de nuestra Ciudad Capital.

Tan es así, que de acuerdo a una encuesta publicada en el Diario El Financiero, el gobierno de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum concentra un 38% de opinión favorable al manejo de la pandemia por un 28% que concentra el gobierno de López Obrador.  Esto significa que la población ve un mejor trabajo en la Ciudad que lo que hace la Secretaría de Salud a nivel federal.

Veamos los datos duros de la pandemia en la Ciudad de México. De acuerdo con los datos abiertos sobre salud pública, acciones sociales y gasto público de la Ciudad Capital, al 23 de julio se tenían 63,444 casos confirmados de personas con el coronavirus; 90,085 han sido registros negativos por 14,768 casos sospechosos.

Registros no menores sobre todo si consideramos la información dada a conocer por la titular de la Secretaría de Salud capitalina sobre los hallazgos obtenidos en los denominados Kioscos de la Salud instalados en las 36 colonias de la ciudad que han registrado un mayor número de incidencia de casos de coronavirus.

Así, al 22 de julio, se informó que se detectaron 691 casos positivos de COVID-19 de 2,516 pruebas procesadas, esto significa que de cada 100 personas analizadas 27 se encontraron infectadas. El resultado es por demás grave pues significaría que podría estar infectada una proporción cercana al 30%, al menos en las colonias con mayor incidencia.

Estos datos son totalmente desproporcionados a la cifra de más de 63 mil casos en la ciudad que, ante una población de casi 9 millones de habitantes, lo que da como resultado que no se ha infectado ni el 1% de la población de esta gran urbe. ¿Parece una desproporción poco razonable no? Digo si los datos son reales que bueno, pero no parecen serlo.

Son justamente estas “cifras oficiales” las que hacen dudar fundamentalmente de la estrategia del gobierno federal en materia de salud, trasladada ahora a la responsabilidad directa del gobierno de la ciudad.

Por ello, considero que no hay forma alguna que la situación que vivimos por la pandemia pueda ser utilizada para algún beneficio político.  Al contrario, creo más bien que tanto el gobierno federal como el de la ciudad resultaran dañados no sólo en imagen, sino en la confianza ciudadana. Por supuesto uno más que otro.

Y ni qué decir del sector salud que muchos empiezan a sentirse fatigados, hartos, molestos y hasta desesperados porque esta situación vislumbra en permanecer aún un buen rato y esto puede tener un alto precio en múltiples sentidos.

Lo que sí llevaría a que la población pueda lograr confianza en sus autoridades, y lo hemos dicho en repetidas ocasiones, es generar el andamiaje de atención real de beneficio de la sociedad; que el gobierno cumpla con las políticas y programas que verdaderamente atiendan sus demandas. De hacerlo bien, no será necesario aprovechar coyunturas, o la utilización facciosa de programas sociales, el marketing político o distractores políticos, para que la población refrende a un buen gobierno.

La ciudadanía sabe hoy del poder que tiene su voto y que el mismo tiene dos sentidos: ratificar a un buen gobierno o bien, buscar otra alternativa. Esto por supuesto que lo saben nuestras autoridades, así que, manos a la obra señores, a trabajar, a trabajar y a trabajar.

@fdodiaznaranjo

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