Ciudad de México.- Plagado de un ambiente familiar el estadio Universitario, los Pumas recibieron este domingo al medio día a los Gallos Blancos del Querétaro en un partido de la liga de fútbol.
Un numeroso operativo policíaco en las inmediaciones del estadio resguardaba la seguridad de los asistentes al estadio, entre niños, jóvenes y adultos que bajaban en oleadas de los microbuses, camiones y autos particulares que saturaban las vialidades y estacionamiento.
Un cúmulo de playeras, banderas, trompetas, silbatos, pelucas y todo un estandarte de artículos desfilaban en las gradas que fue el marco para la presentación de Pumas, equipo ya clasificado a la fiesta grande del fútbol mexicano con 34 puntos frente a unos Gallos Blancos necesitados de conseguir una victoria que les proporcionará la posibilidad de clasificar a la siguiente fase ya que 24 puntos nos les serían suficientes.
Los locales comenzaron avasallando al rival los primeros 20 minutos del partido, con avisos frecuentes sobre el marco contrario, los Gallos Blancos no podían contener el vendaval Puma.
El número mágico fue el 27, minuto en el cual, Luis Quintana conectó un remate de cabeza certero a servicio de Fidel Martínez para colocar el balón pegado a la base del poste derecho y así poner a los Pumas arriba en el marcador.
Todos los aficionados gritaron el gol al unísono acompañado del rugido de puma del sonido local, el Estadio Universitario se convirtió en un hervidero de emociones.
Emmanuel Villa apagó los ánimos del estadio al anotar un gol al minuto 87, pero su emoción duró poco ya que momentos más tarde casi de manera inmediata Daniel Ludueña colocó el balón al ángulo superior izquierdo para superar al guardameta de los Gallos y así puso a los Pumas arriba en el marcador con la cifra definitiva de 2 a 1.
Con una constancia inusual en el fútbol mexicano Pumas demostró ser el líder más fuerte del torneo y le permitió a su afición salir del estadio contenta y confiada en que en la liguilla Pumas será el equipo a vencer y un serio candidato al título de campeón.
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