Preservar ecosistemas, responsabilidad compartida

Ciudad de México.- La Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente alertó que cada año cerca de 8 millones de toneladas de plástico son vertidas a los océanos, contaminando el ambiente de 600 especies de animales marinos y que para el año 2050, el 99 por ciento de las aves habrán ingerido alguna cantidad de este material. El plástico convertido en popote ha puesto en jaque a los ecosistemas.

 

En México se producen 22 mil 351 toneladas de popotes cada año, según estudio de la Comisión de la Industria del Plástico, Responsabilidad y Desarrollo Sustentable. 

La vida silvestre, principalmente la marina, recibe en litorales y fondo submarino un alto porcentaje de esos popotes. En las profundidades la degradación es sumamente lenta al no recibir la radiación ultravioleta que participa en ese proceso junto con el oxígeno y el oleaje.

 

Los popotes se fabrican con plásticos sintéticos, principalmente de polipropileno, aumentando el riesgo de generar contaminación en el ambiente y afectaciones a la biodiversidad. 

En promedio un popote se utiliza de 15 minutos a dos horas, según la bebida que se consuma y el lugar -casa, cine, bar o deportivo-, frente a los más de 100 años que tarda en degradarse. 

El 95 por ciento de los popotes no son reciclables y la mayoría de las veces se utilizan una sola ocasión.

 

Preservar nuestros ecosistemas es responsabilidad de todos. Nadie puede estar ausente de la defensa de nuestros recursos naturales. 

Desde los ámbitos de nuestra competencia debemos trabajar para orientar políticas públicas que garanticen la salud de nuestros mares y ríos, de su flora y su fauna.

 

Con este propósito presenté en el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa que reforma la Ley de Establecimientos Mercantiles para que se establezcan acciones encaminadas a reducir el uso de popotes de plástico sintético en establecimientos mercantiles y promover la utilización de productos biodegradables, como los popotes fabricados con algas marinas, compostables o de semilla de aguacate cuyo proceso de degradación oscila entre 20 y 240 días.

 

El párrafo quinto del artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece como derecho fundamental el tener y gozar de un medio ambiente sano: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque …”.

 

@TonatiuhGCase

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