Pensar en la próxima alternancia

Ciudad de México.- El modelo de comunicación política que ahora impera, es producto de las reformas que se hicieron después de la elección de 2006.

La izquierda, agrupada en aquellos años en el PRD, se quejó y con razón de la intervención de grupos empresariales y del Presidente de la República en la elección.

De aquel agravio provienen las prohibiciones de la compra de propaganda en medios electrónicos y las restricciones para los servidores públicos y la comunicación social en procesos electorales.

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Por eso el Instituto Nacional Electoral (INE) es el que se encarga de la distribución del tiempo al que tienen derecho los partidos en la radio y la televisión.

En el fondo, los articulo 41 y 134 de la Constitución lo que promueven es que las contiendas sean equitativas y que no existan presiones que puedan influir en el resultado de modo indebido.

Por eso se suspende la propaganda de los gobiernos y ello implica que los funcionarios de todos los niveles se abstengan de utilizar su poder y los recursos públicos para tratar de favorecer a alguna expresión, partido o candidato.

En 2006 el propio Tribunal Electoral federal señaló que el entonces presidente Vicente Fox puso en riesgo la calidad de los comicios, por sus diversas intervenciones señalando por quién se debía votar y por quién no.

Hace unos días, el INE tuvo que emitir medidas precautorias, para pedir al presidente Andrés Manuel López Obrador que se abstenga de criticar a los partidos de oposición, ya que ello puede significar violaciones a la propia  Constitución. 

El titular del Ejecutivo considera que se quiere limitar su libertad de expresión y ya impugnó ante el Tribunal Electoral la determinación de la Comisión de Quejas del INE.

Lo que estará a discusión es el propio modelo que se estableció por la exigencia de quien ahora lo impugna. Extrañas vueltas de la vida y de la historia.

En todo caso, lo que correspondería, si se quieren cambiar las reglas del juego es que esto se diga con claridad y que las reformas pertinentes se presenten luego de la contienda de 2021.

Lo que no se puede hacer, es saltarse lo que dice Constitución, porque ello puede generar problemas graves y poner en entredicho los resultados, cualquier que estos sean.

Además, recordemos que el entramado legal que ahora impera, permitió que el cambio político fuera posible y ello debe continuar vigente.

Desde el poder las cosas se ven distintas y por eso es importante recordar el periodo de opositor para garantizar que las alternancias sean normales  como, por cierto, ya lo son desde hace varias contiendas.

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