Para avanzar después del mes rosa

Ciudad de México.- El mes pasado fue una treintena de días consagrados a la concientización sobre el cáncer de mama.                     

En el marco del denominado Mes Rosa se efectuaron importantes actividades orientadas a internalizar sobre la necesidad de obtener información en pro de valorar el acceso a los servicios para la prevención, atención oportuna, o la obtención de la intervención médica del padecimiento.

Al mes posterior, la insistencia e incidencia respecto de esos temas también se ven desvanecidos. 

Este noviembre, en el Poder Legislativo local transitamos a una etapa de análisis y reflexión sobre los resultados en esa materia; ello, en el marco de los datos glosados atinentes al 6° Informe de Gobierno de la Ciudad de México. 

Ocurrió la oportunidad de conocer el detalle de la realidad institucional sobre la afección. El secretario del ramo en su glosa socializó, entre otros datos, lo siguiente: 

• En México la tasa de casos nuevos es 14.8 por cada 100 mil personas en población de más 20 años siendo esta incidencia mayor en el grupo de mujeres de 60 a 64 años.

• Con base en la información histórica de México el número de casos nuevos se incrementó a partir del año 2007 de modo semejante a lo observado a nivel mundial. 

• La mortalidad del cáncer de mama es de 15 defunciones por cada 100 mil mujeres de más de 20 años. 

• El número de decesos en cifras absolutas que ocurrieron en la CdMx durante 2016 fue de 766, con una tasa de 16.6 por 100 mil discretamente por arriba del promedio nacional.

Datos que en términos generales sintonizan con los que también el INEGI divulgó en el pasado octubre y que, en suma, indican que: 

• En el año que transcurre, según sus datos más recientes, en el año 2016 en México se observaron 16 defunciones por cáncer de mama por cada 100 mil mujeres con edad mayor a 20 años, señalando además:

• 2 de cada 10 fallecimientos por cáncer en mujeres, corresponden al cáncer de mama. 

• El comportamiento del cáncer de mama durante el periodo comprendido del 2011 a 2016 demostró una tendencia al alza, en razón de que en el 2011 representó el 11% de los fallecimientos por cáncer y en el 2016 aumentó al 12.4%.

A ese inventario estadístico, se suma lo concluido por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, cuyo tenor apunta que:

• El cáncer de mama figura como la primera causa de muerte por tumores malignos, con un promedio de 10 decesos al día.

• En un estudio confrontado, la mortalidad de las mexicanas por tal enfermedad es el doble, en comparación con las mujeres de Estados Unidos de Norteamérica, debido a que allá el 80% son diagnosticadas en la primera etapa de desarrollo del tumor, mientras que en México eso, en el mismo porcentaje, sólo ocurre hasta las etapas 3 o 4 del padecimiento. Situación que exponencia la mortalidad.

Con lo antedicho no es un atrevimiento acudir a la metáfora de que, del mes rosa se pasó a un noviembre de tintes sombríos irrigados por la numeralia mencionada. Porque, en todo caso, se trata de punzar acerca de la situación difícil que sobre tal enfermedad se experimenta, a fin de que las autoridades nos sensibilicemos para que de manera pronta respondamos con acciones encaminadas a tener palpables avances contra esa afección.

Retomando los datos de la Ciudad de México y aun aquilatando los esfuerzos de la autoridad de salud, sería estéril no admitir que la infraestructura médica especializada deviene insuficiente.

Puesto que aun y cuando en materia de prevención y diagnóstico la información reciente enaltece la realización de 633 mil 347 estudios de mastografía en el periodo de diciembre del 2012 al mismo mes del 2018, despunta de suyo un dato que ensombrece el panorama: el número de decesos ocurridos en la capital mexicana durante el 2016 fue de 766 personas, con una tasa de 16.6 por cada 100 mil, lo que se constituye en una cifra superior al promedio nacional. 

Cantidad que visualizada bajo la limitante de la infraestructura médica especializada, nos remite al riesgo de la subsistencia o incremento de las cifras negativas que en la materia imperan en esta entidad capital. 

Para contribuir en el renglón es indispensable que cada autoridad ejerza sus facultades.

En el caso del Congreso de la Ciudad de México contamos con los atributos respectivos a la calidad de autoridad en materia de aprobación del Presupuesto de Egresos relacionados con el marco previsto en el artículo 4, fracción VI de la Ley para la Atención Integral del Cáncer de Mama del Distrito Federal(Ley).

Es decir, podemos proveer en términos de una facultad legal específica los recursos presupuestales que favorezcan la instrumentación de las acciones del servicio universal, gratuito y de atención integral del cáncer de mama.

El objetivo concreto es incidir decididamente para dotar a esta ciudad de un hospital especializado que preste servicios de forma universal para la prevención, diagnóstico, detección, tratamiento y rehabilitación del cáncer de mama.

Lo anterior, sobre la base de que la estadística nos remite a la necesidad de ensanchar la infraestructura, aun considerando de manera indicativa las clínicas del IMSSS especializadas, porque las mismas per se no resuelven la insuficiencia de espacios para la atención universal de la enfermedad, toda vez que en ellas se tiene el deber de recibir y atender primigeniamente a quienes tienen la calidad de derechohabientes.

Hoy, someteré a la consideración del Pleno del Congreso de la Ciudad de México un punto de acuerdo, cuyo propósito es generar mayores y mejores condiciones para garantizar el derecho humano a la salud, de cara a la situación comentada que distingue negativamente a la Ciudad de México, insisto, por situarse arriba del promedio nacional en el renglón de defunciones por cáncer mama.

Se trata de generar condiciones tangibles para proveer de condiciones superiores a las mujeres, hombres y personas de la comunidad LGBTTTI, a efecto de que gocen del derecho a la atención integral de ese tipo de cáncer, de manera gratuita, eficiente y oportuna, a través del ensanchamiento de la infraestructura hospitalaria especializada. Circunstancia que responde a lo previsto en el artículo 10 de la mencionada Ley. 

Finalmente, no omito decir que el voto favorable de las y los diputados del Poder Legislativo también empujará a la Ciudad de México hacia el cumplimiento de uno de los aspectos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Salud y Bienestar, de la Agenda 2030 en la que cual se encuentra comprometida. 

Tal paso la hará brillar incluso en el plano internacional.

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