Ciudad de México.- Transparencia y denunciar son las palabras clave para atender los abusos sexuales a menores, ahora que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha solicitado a los obispos revisar sus archivos para conocer cuántas acusaciones tienen registradas y los nombres de los sacerdotes que cometieron el delito.
La CEM ha pedido a los obispos le proporcionen información a su Equipo Nacional de Protección a Menores para que sea éste el responsable de revisar toda la información disponible de estos casos y, posteriormente, previo a un análisis jurídico de cada uno se indique la forma más adecuada de seguir el proceso.
El reto será que los obispos estén totalmente comprometidos para combatir estos abusos y sin encubrimientos presenten los expedientes de los sacerdotes y agentes de pastoral que han sido acusados de pederastas.
Porque no basta que los jerarcas católicos den a conocer las cifras, falta que informen el número de víctimas que afectaron y ¿qué paso con los pederastas?, ¿fueron entregados a las autoridades?, ¿fueron sentenciados? Y ¿qué paso con las víctimas, se les ofreció algún tipo de ayuda, como la sicológica?.
Este martes la CEM dio a conocer que 101 sacerdotes acusados de abuso sexual a menores eran procesados por las autoridades ministeriales, resultado de la información enviada por 64 diócesis de las 95 que hay en el país.
De los 157 casos reportados por la nunciatura apostólica, en los últimos nueve años, a los que se retiró del sacerdocio, tampoco se tienen datos precisos del número de víctimas y de si estos clérigos recibieron una sentencia por las autoridades penales. Y si alguno pertenece a la cifra de los 101 reportados por la diócesis.
Además, los mismos obispos se podrían enfrentar a un problema muy serio en la revisión de sus archivos del 2010 a la fecha, que no existan registros de las acusaciones o éstas se encuentren incompletas como lo advirtió el cardenal Reinhard Marx de Alemania, país en donde en tres diócesis se detectó que documentos importantes para seguir los casos habían sido destruidos o desaparecidos.
En otros casos más que los delitos hayan prescrito, en ambos casos no se hará justicia a las víctimas.
Por cierto que la Conferencia del Episcopado Mexicano es la primera en el mundo que después del encuentro sobre protección de menores en la Iglesia presidido por el Papa Francisco, del 21 al 24 de febrero en el Vaticano, dio a conocer sus líneas de acción para la protección de menores.
Los cinco objetivos concretos son: diagnóstico, prevención, justicia y respuesta; apoyo a víctimas y promover el respeto por la ley.
La respuesta ha sido inmediata, ya que dos arquidiócesis de México: Yucatán, Monterrey, así como la diócesis de Toluca han informado de la creación de sus equipos de protección a menores.
Se espera que en todos estos equipos se integre a las víctimas como lo solicitó el Papa Francisco y hasta la fecha sólo el de la Arquidiócesis de México ha informado que está Joaquín Aguilar, quien denunció al sacerdote Nicolás Aguilar del cual afirma fue protegido por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Imprimir artículo
