No nos van a ver ni el polvo: Anaya

Ciudad de México.- Ricardo Anaya arrancó su precampaña a la Presidencia como aspirante único por la coalición Por México al Frente.

En su destape fue arropado por la cúpula del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, así como gobernadores del PAN y PRD en 16 estados del país.

Fue notoria la ausencia del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien envió en su representación a su secretario particular Luis Serna.

Anaya hizo el reconocimiento público a quienes apostaron por él como Jorge Castañeda, a quien llamó su “cómplice”.

Aseguró que el “motor” de su proyecto fue Enrique Alfaro, reconoció al gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez. 

Otra de las figuras que resaltó fue la de Enrique Vargas, coordinador de alcaldes del PAN. Su admiración la dedicó a Diego Fernández de Cevallos. 

Otro de los personajes a los que agradeció su candidatura fue a Gustavo Madero y destacó la labor de Santiago Creel.  

En el caso del PRD agradeció a Guadalupe Acosta Naranjo, líder de los Galileos, “por ser un allancista”. 

Agradeció el apoyo a los otros líderes del PRD como Héctor Serrano, de Vanguardia Progresista, Héctor Bautista de Alternativa Democrática Nacional, y a Jesús Ortega y Jesús Zambrano de Nueva Izquierda.

En un auditorio del World Trade Center, Anaya soltó: “He tomado la decisión de ir en busca de la candidatura presidencial” y estallaron los aplausos con los gritos de ¡Presidente! 

A partir de ahí empezó su embestida al gobierno priista que calificó de corrupto, ineficaz y un auténtico desastre. “¡Fuera! ¡Fuera!”, gritaron los simpatizantes. 

Anaya destacó que México es el primer lugar de sobornos en América Latina y afirmó que el país es el que cuenta con mayor desigualdad, según la OCDE. 

En sus propuestas de campaña retomó la propuesta de Mancera de elevar el salario mínimo. 

Cuestionó la “gravísima” situación de violencia que hoy enfrenta el país. “De seguir la tendencia se cerrará con 30 mil ejecuciones en 2017. ¿Seguimos con más de lo mismo o nos planteamos una transformación de fondo?”, dijo.

Aseguró que el abanderado priista José Antonio Meade es el candidato de la “continuidad”. 

Señaló el Pemexgate y el sistema corporativo y clientelista del PRI debe desaparecer porque fue lo que marcó los últimos sexenios y en particular el de Felipe Calderón, a quien acusó de mantener la alianza con la “corrupta” Elba Esther Gordillo. 

Afirmó que con Calderón hubo crecimiento de infraestructura, pero siguió el clientelismo al darle el control de la Educación a Gordillo. 

No obstante, advirtió que a México no le conviene un cambio hacia el pasado repleto de “locuras” que ofrece Andrés Manuel López Obrador. 

Lo llamó el “iluminado” y afirmó que sigue con una vieja idea que hizo hace 17 años en su candidatura a la Ciudad de México donde hizo figuras corruptas como la de René Bejarano, “el señor de las ligas”, y a Carlos Imaz, en el corazón de Tlalpan. Aseguró que lo más grave es que López Obrador quiere un “Fiscal Carnal”.

Explicó que se dio el paso al Frente porque saben que juntos somos más competitivos porque gobiernan entre el PRD y el PAN 16 estados, 16 capitales y 800 alcaldías. “Esta es la razón por la que le tiene pánico el sistema a nuestra propuesta”, aseguró Anaya.

Si no nos unimos ganan los “corruptos”. Recordó que si hubieran ido en alianza en 2015 en San Luis Potosi “no nos hubieran visto ni el polvo, como no no lo verán ahora. Aprendimos y entendimos, por eso los grandes triunfos en 2016”. 

Anaya enumeró los ejes de su campaña que giran en torno a la renta básica universal y el impulso de la economía orientada al emprendedurismo y las empresas disruptivas como sucede en países como Canadá o la India.

 

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