Ciudad de México.- Se ha mencionado que está listo un ejército evangélico al servicio del presidente Andrés Manuel López Obrador para repartir la Cartilla Moral, con la que pretende rescatar los principios éticos y morales de una sociedad decadente. Nada más falso que eso.
Este jueves el Sol de México publicó como nota principal una supuesta estrategia que utilizarán los evangélicos para entregar casa por casa esa Cartilla y que según la llevarán al lado de la Biblia.
Se asegura en la nota informativa que será Arturo Farela, el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), el responsable de poner en marcha esa estrategia.
Pero se olvida que el pastor Arturo Farela no es representante de las iglesias evangélicas del país, como el gobierno de López Obrador lo ha difundido, sólo es de un grupo de iglesias pequeñas principalmente de Chiapas y Tabasco.
El liderazgo evangélico importante y numeroso, como las iglesias Metodista, Bautista, Presbiteriana, Asamblea de Dios, Nazarena y Centros de Fe, entre otras, no lo reconocen. Y no será por imposición de las autoridades federales que lo acepten como su vocero.
Desde la primera reunión, en febrero pasado, de Arturo Farela con el presidente López Obrador, se le consideró el representante de los evangélicos, sin embargo, los principales liderazgos de éstos manifestaron su desagrado.
Pese a que Farela ha sostenido encuentros con López Obrador, los líderes de las iglesias evangélicas han preferido guardar silencio, porque aseguran que no les interesa meterse en política.
Además, en la nota se generaliza que los “evangelistas” (término que algunos evangélicos consideran despectivo) saldrán a las calles a distribuir la cartilla, pero no todas las iglesias evangélicas realizan la práctica de ir puerta por puerta, sólo algunas pentecostales, los adventistas. Así como otros no evangélicos como los Testigos de Jehová y los mormones, de quienes no se menciona que se hayan comprometido a distribuir la cartilla.
El evangélico Oscar Moha, presidente de Libertad y Dignidad, afirmó que de las iglesias evangélicas con más de 500 templos en el país, no apoyan a Arturo Farela, hasta el momento sólo tiene el apoyo de Aarón Cortés, director de la lglesia Cristiana Interdenominacional.
Entonces ¿Por qué el gobierno federal insiste en hacer creer a los mexicanos que Arturo Farela es el representante de los evangélicos? ¿Por qué los liderazgos representativos de las iglesias evangélicas prefieren guardar silencio y dejan que se engañe a los mexicanos de que servirán a López Obrador para distribuir su Cartilla Moral?
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