Ciudad de México.-Gritos y desesperación hicieron recordar el terror de un terremoto que azotó a la Ciudad de México hace 32 años, precisamente un 19 de septiembre. A las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017 se registró un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, movimiento trepidatorio que sorprendió a capitalinos que realizaban sus actividades de manera cotidiana y muchos de ellos, de forma casi inmediata y mientras el piso seguía moviéndose, se pusieron en contacto con sus familiares para saber que estaban bien.
En cuestión de minutos algunos edificios de la capital mexicana se vinieron abajo con personas en su interior que gritaban auxilio, que dentro de los escombros daban señales de vida, señal que motivó a cientos de voluntarios a ayudar para remover pesadas placas de concreto para ubicar a los sobrevivientes.
Por varias horas, el ruido cotidiano de claxones dejó paso a las sirenas de ambulancias, patrullas y carros de bomberos, el temblor ya había cobrado factura.
El panorama de la “Ciudad de los Palacios” se llenó de humo provocado por los escombros, de flashazos por los postes y transformadores de luz que se fracturaron, de fuego por algunos incendios que de forma puntual fueron atendidos para evitar mayores desgracias.
Las delegaciones más afectadas fueron Cuauhtémoc, Benito Juárez y Coyoacán, donde se concentró el 60 por ciento de los edificios caídos y el mayor número de personas fallecidas bajo los escombros.
Sin embargo, desde las entrañas de la tempestad y la incertidumbre se asomaron picos, palas, cubetas y cientos de manos que se unieron a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPCDMX), Protección Civil (PC), Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar) y del Heroico Cuerpo de Bomberos para incrementar las esperanzas de vida.
Al llegar la noche, varias colonias y calles de la ciudad se mantenían sin luz eléctrica, pero los vecinos salieron para apoyar a los transeúntes y automovilistas, dirigieron el tránsito y cuidar que no se cometan asaltos de aquellos que buscan aprovecharse de la tragedia. Los trabajos continuarán toda la noche, las esperanzas se mantendrán, por ahora el fenómeno natural ha reclamado la vida de 155 personas; 55 en Morelos, 49 en la Ciudad de México, 36 en Puebla, 12 en el Estado de México y tres en Guerrero.
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