Ciudad de México.- Las masacres en el país no paran. El domingo en Tonalá, Jalisco, un grupo armado abrió fuego contra trabajadores de la construcción que esperaban su pago en las calles Pemex y 5 de Mayo, colonia Jauja.
Once muertos, entre ellos un menor de edad. Sin embargo, esto no cambia ni un ápice la estrategia de seguridad del gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que hasta ahora se hace el desentendido, aun cuando se trata de delincuencia organizada, delito del orden federal.
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, señaló que desde hace meses solicitó el apoyo del gobierno federal para combatir a los grupos delincuenciales, pero “no vemos ese acompañamiento”. Exigió un replanteamiento de la estrategia.
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Pero López Obrador culpó al pasado por los muertos de Tonalá: “Es un problema que viene de tiempo atrás”, justificó y agregó que “es parte de la descomposición que existe; ahí predomina un grupo de la delincuencia organizada y estamos participando, ayudando, para serenar Jalisco”.
Agregó que hay “mucha” presencia de la Guardia Nacional, así como del Ejército y la Marina. Aunque lo cierto es que la violencia en Jalisco no cesa, por el contrario, cada vez hay más asesinatos.
¿Cuántas masacres más tiene que haber para que el gobierno federal actúe en contra de los grupos criminales?
En septiembre del año pasado, el periódico Reforma reportó que en nueve meses se contabilizaban 45 masacres. El Presidente se burló de ese medio de comunicación. La indolencia ante el dolor humano.
La indiferencia ante los problemas, por más graves que sean, son parte del estilo de gobernar de López Obrador, quien culpa a los regímenes “neoliberales”, pero no acepta su (i)responsabilidad.
Este es el gobierno con los índices de homicidios dolosos más elevados de las últimas décadas, aunque el Presidente y su gabinete de seguridad digan lo contrario.
¿Cuál es la estrategia de seguridad del gobierno? ¿Cuál es el propósito de reunirse todos los días a las seis de la mañana?
No hay resultados y aunque quiera culpar al pasado, la responsabilidad de la inseguridad en México ahora es total y absolutamente de este gobierno.
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