Los retos del Sistema de Aguas de la CDMX. ¿Por dónde iniciar?

Ciudad de México.- Rafael Bernardo Carmona Paredes, doctor en Ingeniería Mecánica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será el responsable de dirigir el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), en el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

El currículo de Carmona Paredes refleja experiencia académica y en la administración pública, pues se ha desempeñado como profesor de la Facultad de Ingeniería e investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, en la Comisión Nacional de Aguas (Conagua) fue responsable de obras como el Túnel Emisor Oriente y las plantas de bombeo La Caldera, Casa Colorada y El Caracol.

En el mismo evento, en el que se dio a conocer el nombramiento, la futura Jefa de Gobierno también delineó lo que será la política pública que pondrá en marcha el Sacmex al iniciar su ejercicio de gobierno. Para alcanzar el fortalecimiento institucional, pasará de órgano desconcentrado a organismo descentralizado y se incrementará el presupuesto anual en siete mil millones de pesos adicionales, al menos para el año 2019, algo que tanto gestionó el actual titular, el Ingeniero Ramón Aguirre Díaz.

De inicio, ese esfuerzo se enfocará en la mejora de la red de agua potable para disminuir la perdida de agua, se organizarán 200 brigadas capacitadas y con equipo moderno para atender las fugas de agua de manera oportuna, la rehabilitación del drenaje para controlar las inundaciones, el saneamiento de los cuerpos de agua y el rescate del suelo de conservación.

A reserva de conocer los detalles de los distintos programas, se observan varios espacios de oportunidad en las decisiones de Claudia Sheinbaum: la titular de la Conagua para el próximo sexenio será la doctora Blanca Jiménez, también investigadora del Instituto de Ingeniería de la Máxima Casa de Estudios, en teoría habla el mismo lenguaje que el doctor Carmona Paredes, amén de que por primer vez los gobiernos federal y local son del mismo partido, lo que fortalece la posibilidad de coordinación institucional; el Sacmex pueda ser más eficiente y eficaz en su gestión interinstitucional al convertirse en un descentralizado y; se incrementa sustancialmente el presupuesto anual, para revertir gradualmente el deterioro de la infraestructura hidráulica existente.

En este escenario, sostener el nivel de presupuesto e inversiones anuales, durante el gobierno 2018-2024, resultará el primer reto. Revisando el presupuesto histórico, aprobado anualmente al Sacmex de 2006 a 2018 se observa un crecimiento gradual al pasar de 7,475 millones de pesos en 2006 a 13, 617 millones para el actual año, lo que representa un crecimiento ligeramente por arriba de la inflación anual, sin embargo, resultó un presupuesto evidentemente insuficiente porque el gasto corriente es muy alto por la naturaleza del servicio que presta; el pago de los derechos de agua en bloque y la energía eléctrica necesaria para bombear agua potable y aguas combinadas son sólo dos de los conceptos ineludibles que se deben considerar en los ejercicios fiscales anuales y representan casi un tercio del presupuesto. De ejercer inversiones anuales, que en promedio rondan los dos mil millones, por primera vez en la historia se alcanzarán los nueve mil millones de pesos, muy por encima de los cinco mil millones de pesos, de inversión, que proponía el actual director general del Sacmex en su Programa de Gestión Integral del Recurso Hídrico.

La reingeniería financiera permitirá para el año 2019 un incremento de esa dimensión, pero el reto será la sostenibilidad del esfuerzo presupuestal el resto del sexenio.

Ahora bien, analicemos sólo el rubro de abastecimiento de agua, dejando de lado el drenaje, saneamiento, inundaciones y suelo de conservación. Ante el agotamiento de las diferentes fuentes de abastecimiento externas, lo complicado que resulta seguir importando agua de otras cuencas, los efectos de la sobre explotación del acuífero y lo inconveniente de extraer agua del acuífero profundo, se percibe como algo lógico y razonable disminuir las perdidas de agua, para que el agua recuperada sea redistribuida para cubrir déficits en zonas de escasez e incluso cerrar pozos del oriente de la Ciudad, como lo señalado la doctora Sheinbaum.

Aquí es en donde comienzan los retos técnicos y la definición puntual de dónde iniciar, porque el 43.25% de perdidas de agua no es sólo por fugas, a ello hay que agregar clandestinaje, errores en la facturación y el consumo no medido por falta de medidores.

La infraestructura de la Capital CDMX es la más compleja del país, con más de 13 mil kilómetros de red de abastecimiento de agua potable, 377 tanques de almacenamiento, 268 plantas de bombeo, 53 plantas potabilizadoras, 518 pozos de extracción y abastecimiento de 31. 9 metros cúbicos por segundo, que se distribuyen a través de circuitos y macro circuitos por demarcación y por fuentes de abastecimiento; la macro y micro medición y la variable conflicto social viene a convertir la ecuación en un reto no sólo técnico, sino también político y social.

En los últimos años se ha observado un incremento en las protestas públicas por deficiencias en el suministro de agua potable, en las demarcaciones Iztapalapa, Tlalpan, Azcapotzalco, Iztacalco, Venustiano Carranza y Benito Juárez, ello supondría iniciar la aplicación de la inversión en dichas demarcaciones, sin embargo, al revisar las variables de eficiencia física la decisión se vuelve más complicada.

Existen siete macro sectores agrupados por Delegación: I (Azcapotzalco y Gustavo A. Madero), II (Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y V. Carranza), III (Cuajimalpa, Álvaro Obregón y M. Contreras), IV (Benito Juárez, Iztacalco y Coyoacán), V (Iztapalapa), VI (Tlalpan) y VII (Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco). Las mayores perdidas de agua por error en la micro medición es el sector V, el sector I es el que tiene mayor número de perdida por clandestinaje, la perdida por error en cuota fija se registra en el sector V, mientras que la mayor cantidad de fugas es mayor en el sector III (con 4.1 fugas anuales por cada kilometro de red), el sector VII es el que tiene mayor número de pozos (125), el sector III es el que tiene más tanques de almacenamiento(144), el sector VII registra estaciones de bombeo y rebombeo (66) y el sector V es el que tiene la mayor cantidad de plantas potabilizadoras (29).

Si se tratara de inferir en donde fluye mayor volumen de agua y asegurar su mejor distribución tendrían que enfocar esfuerzos al sector IV porque 6.61 de 31.9 metros cúbicos por segundo se distribuyen a través de ese sector.

Si agregamos el crecimiento de la demanda de agua potable, por el crecimiento urbano, el escenario se torna más complicado, de ahí la dificultad para decidir por dónde iniciar para lograr resultados inmediatos y la ciudadanía no se desborde en conflictos sociales.

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