Ciudad de México.- El crimen organizado hace propaganda y juega en la arena mediática. El CJNG es lo que hizo con la colocación de un vídeo, en las redes sociales, en el que muestra a decenas de sicarios uniformados y bien armados, con fusiles de alto poder y unidades balizadas.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, ha dicho que se analiza el vídeo y que se puede tratar de un montaje. Sospecho que son dos cosas: elemento de amedrentamiento social y herramienta publicitaria.
Me explico. El CJNG es territorial, disputa cada lugar en el que desarrolla actividades criminales y es muy violento. Lo que intentan es generar zozobra en la sociedad para elevar el costo de proceder contra ellos. Aprendieron que las condenas a “las guerras” contra el delito les pude beneficiar, aunque ellos sean los responsables de los elevados niveles de violencia.
La clave del vídeo es que surge en un momento complicado, donde no hay claridad sobre los alcances reales de la estrategia en seguridad de la propia autoridad. Es decir, el único mensaje que ha quedado claro es que no se les combate como antes, aunque esto no sea del todo cierto.
Por ello, no debemos perder de vista, tampoco, que el grupo criminal ha sido golpeteado y su líder, Nemesio Oseguera “El Mencho”, se encuentra acorralado.
Hace unos meses, en Estados Unidos, la operación Pitón, operada por la DEA, significó la detención de 700 integrantes de la banda de El Mencho en aquel país y además les aseguraron recursos financieros.
“El Mencho” tiene órdenes de captura y extradición y es un objetivo prioritario de las agencias de seguridad en EEUU y no dejará de serlo, ahora menos que nunca.
Dos acciones se la atribuyen: El asesinato del juez Uriel Villegas y el atentado contra el jefe de la policía en la Ciudad de México, Omar García Harfuch.
Con el Ejército y las policías mexicanas tiene cuentas por pagar desde hace tiempo, sobre todo por el derribo de un helicóptero en 2015, en el que se trasladaban elementos de élite de las fuerzas armadas. En el percance murieron seis militares.
La aeronave fue derribada por un lanza cohetes RPG-7 que impactó el motor trasero. La respuesta sería contundente y fría: 42 sicarios muertos en el rancho El Sol en Tanhuato, Michoacán, en una operación en la que algunos de los bandidos no tuvieron tiempo ni de levantarse, ya que la noche anterior habían tendido fiesta.
Los criminales, desde la oscuridad, hacen propaganda, fintan y amagan. Por su peligrosidad, hay que acentuarse los esfuerzos para detenerlo, para sacarlos no sólo de las redes sociales, sino del juego delictivo en el que están empeñado desde hace años. Se requiere, por supuesto, de inteligencia para hacerlo, pero también de voluntad.
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