Los médicos y el movimiento del 68

Ciudad de México.- El 26 de noviembre de 1964 dio inicio el conflicto de las “batas blancas”. Médicos residentes e internos del Hospital 20 de Noviembre demandaban el pago de aguinaldo y prestaciones que el gobierno les negaba. 

Al paso de los días escalaron sus exigencias. Comenzaron a hablar del derecho a la salud de todos los mexicanos y pidieron mayores prestaciones para el personal de salud.

Sus demandas fueron ignoradas y la consecuencia fue la suspensión de los servicios rutinarios. Por ese motivo, fueron despedidos 210 médicos residentes del 20 de Noviembre.

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Como no tenían derecho a huelga por no ser trabajadores del Estado, crearon la Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos. Lograron que médicos de todo el país se sumaran a su movimiento: 59 hospitales del Distrito Federal y 48 de los Estados.

Sin la organización de entonces, ahora los doctores de hospitales privados exigen ser vacunados contra el Covid. Todos los días están en riesgo, atendiendo a pacientes contagiados.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el subsecretario Hugo López-Gatell, encargado del manejo de la pandemia, señalaron que tendrán que esperar a vacunarse cuando por edad les corresponda.

Los ven como fifís y por eso los desprecian. 

Primero, los López pidieron el apoyo de los hospitales privados para que los públicos no se desbordaran. Ahora ignoran a quienes expusieron la vida atendiendo a los pacientes que el gobierno tenía la obligación de tratar.

Los dueños de los grandes hospitales que fueron a tomarse la foto a Palacio Nacional cuando prestaron sus instalaciones, están mudos. No quiere hacer enojar al Presidente para que no se les caigan sus millonarios negocios.

La doctora Gabriela Soto Laveaga, en una investigación,señala que en 1965 los estudiantes se unieron a la huelga de los médicos para apoyar sus demandas y adoptaron su forma de organización y gran parte de su estrategia, haciéndola propia en 1968.

Y concluye que muchas de las protestas cruciales contra el Estado mexicano ocurrieron inicialmente en hospitales y no en universidades.

Moraleja: Por sus odios y rencores, el gobierno de López Obrador está jugando con fuego.

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