Los agachones y los ambiciosos vulgares

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- En 2013, el actor Héctor Suárez ofreció una entrevista a Canal 11, hoy un espacio de propaganda de la llamada cuarta transformación, y la misma televisora del Estado (no del gobierno) tuvo a bien retransmitirla como homenaje a un grande de la actuación y la comedia quien fue censurado y amenazado por sus críticas a los gobiernos rapaces.

Da grandes lecciones en la entrevista, pero una de ellas es sustantiva para la clase política que hoy gobierna la Ciudad de México. Le preguntaron al actor por qué siempre le censuraron y dijo que toda su vida estuvo acostumbrado al reclamo y México es un país donde no existe esa cultura. Pintó con su voz aguardentosa una escena para ser comprendido por todos. “Vamos al supermercado y hay 20 hileras de cajas y sólo hay tres con personal funcionando y en cada una vemos a 300 idiotas parados sin decir nada. Yo no me callo, le hablo al gerente y rápido salen 10 o más cajeros a atender”.

La imagen hace pensar en los 16 alcaldes de la CDMX, una ciudad que a la izquierda le costó 18 años democratizar, que hoy permanecen en silencio ante la intentona de la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum, de cercenarles el presupuesto público de las alcaldías. Con su reforma podría disponer del presupuesto a su antojo este año de emergencia sanitaria, cuando la Constitución capitalina y la ley dicen que esa decisión al rebasar el 10 por ciento del gasto de la CDMX (unos 25 mil millones de pesos) se debe consensuar con el Poder Legislativo.

Ya no se les pide que alcen la voz en contra por el daño que significará para los ciudadanos que los llevaron al poder, sino que lo hagan por dignidad. Los que son de Morena se entiende la disciplina ante el manotazo de Sheinbaum, quien últimamente anda de muy mal carácter, pero los alcaldes de la oposición sorprende que callen como momias. El priísta Adrián Rubalcava siempre ha sido bronco para defender Cuajimalpa y hoy parece de rodillas.

Julio César Moreno fue el único de la camada de caciques del PRD que sobrevivió en 2018 y tiene autonomía y control de su terreno, sin embargo, no se escucha su voz. Octavio Rivero de Milpa Alta, está como en el limbo no sólo por la lejanía de la demarcación, sino por su cercanía con personajes de Morena que despachan en el Antiguo Palacio de Sheinbaum. De Santiago Taboada, del PAN, no se puede esperar nada, ya hemos dicho en otras entregas que se dobló ante la Jefa de Gobierno, es un pitufo guinda. 

De los órganos autónomos ni hablar, ahí despachan péleles, temerosos de perder el hueso, los entes nacieron con la dignidad perdida. Valdría la pena proponer una campaña pública para que la sociedad civil organizada les avise que están vivos, que existen y pueden ser muy útiles en una democracia que tiende a la regresión, empezando por la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, que dirige Nashieli Ramírez, para que por lo menos imagine a los capitalinos como niños a ver si así empatiza y sale a la defensa de los derechos humanos violentados con frecuencia. 

Del Congreso de la CDMX no hay remedio, ya se ha dicho que es “balín”, que son “holgazanes” (no ha lugar a la ofensa, pues ellos mismos reconocen que no han trabajado los últimos dos meses), que es disfuncional y por eso está la suposición de que convocarán a periodo extraordinario para cumplir el capricho de Sheinbaum de manejar el dinero de la CDMX a su antojo. Sólo hay algunas excepciones como Federico Döring, quien aunque no detendría el atracó por lo menos salva su dignidad y en esa fila están Jorge Triana y Efrain Morales, no ponemos sus partidos porque sus hechos los definen más que su militancia.

La sorpresa está en los partidos políticos capitalinos. El PRI, bajo la batuta de Israel Betanzos, despertó y pidió a Sheinbaum no caer en la tentación de ser el Poder de los Poderes. Su mensaje hizo eco y se sumaron las dirigencias locales del PRD, el PAN y el PVEM, este último de forma tímida, pero lo hicieron.

Escuché a la Jefa de Gobierno argumentar a favor de su reforma y aunque no la comparto si me hizo pensar en que quitar esa facultad al Congreso es loable cuando tienes a un Poder que no ayuda, pero si estorba, más si se trata de gobernabilidad. La CDMX observó cómo cerraron el periodo ordinario en medio de disputas pueriles y electorales protagonizadas por Morena y con mirones de palo como Mauricio Tabe, líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso de la CDMX.

No obstante, a los pocos días se hizo pública una razón por la cual no se puede dejar a Sheinbaum con las manos sueltas. Su particular Carlos Ulloa anda repartiendo despensas en Tlalpan al más vil estilo del PRD. Lo que nos deja en claro que 2021 ya empezó y sólo los ilusos no lo quieren ver. Preocupa esa estampa de Ulloa dando despensas a nombre de la Jefa de Gobierno. No se podría imaginar a Luis Serna, particular de Miguel Ángel Mancera, repartiendo dádivas y mucho menos a René Cervera, en el gobierno de Marcelo Ebrard.

Los particulares deben estar en primera línea del Jefe de Gobierno viendo agenda y logística, pero si andan repartiendo despensas los personajes que son la sombra del Poder Ejecutivo sí preocupa pensar una Jefa de Gobierno que despacha sola mientras todos los suyos se despachan. 

En todas sus obras y charlas antes de morir, don Héctor Suárez siempre dijo y retrató con tristeza que México es un país que vive de rodillas, con las rodilleras bien puestas, todos alineados. Por su memoria confiemos en que algún día ya no será así. 

NOCAUT. La empresa Partners & Pérez que vendió 104 mil cubrebocas a Sheinbaum por 25 millones de pesos y desapreció del mapa tiene un tufo al ex chofer del presidente Andrés Manuel López Obrador, Don Nico Mollonedo, quizá por eso enfureció tanto la mandataria con la noticia. Daremos más detalles en su momento. ¡Abrazos, no periodicazos! 

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