Ciudad de México.- Enfundado en un calzoncillo rojo, Misael Rodríguez pugilista mexicano de 75kg logró obtener la primera medalla para la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Río 2016; sin embargo, el sabor que dejó esta medalla a los mexicanos fue amargo debido que se consiguió con una derrota ante su contrincante Bektemir Melikuziev de Uzbekistan.
Varios aficionados al boxeo detuvieron su marcha en las pantallas gigantes colocadas por el Gobierno de la Ciudad de México en la Alameda Central. A pesar del sol de la una de la tarde y de haber pocos lugares para sentarse, por lo menos un par de decenas de capitalinos no se perdieron un solo round de este tan esperado combate.
La medalla ya estaba en la bolsa, Misael tan sólo debía pelear para quedarse con el bronce, pero de haber dado un poco más, la plata, o incluso el oro pudieron haber sido suyas, pero no fue así. El uzbeko superó al mexicano en técnica, velocidad y golpeo desde el primer round, en el que el asiático se lanzó al ataque.
Con cada recto o gancho al hígado los aficionados trataban de alentar al mexicano.
Efrén Ramírez es un claro ejemplo de la emoción que esta pelea generó entre los capitalinos. Muy atento, Efrén suspiraba a cada segundo que avanzaba la pelea. "El gran fracaso que México ha presentado a lo largo de la justa olímpica se debe al nulo apoyo que los atletas reciben por parte del Gobierno de la república", dijo con enfado el aficionado tras ver caer al mexicano en Río 2016.
Mientras avanza la pelea, Misael se nota más cansado, sus golpes son lentos y cada vez deja pegar más a su rival. Ya para el segundo round las tarjetas se inclinaban por Melikuziev y así los fanáticos comenzaban a retirarse cabizbajos conscientes de que la derrota era inminente, pero ¿qué importa? si ya tenemos la primer presea en un medallero que ha muchos les avergüenza.
