La única manera posible de vivir es a través del exceso: Antoine D Agata

Ciudad de México.-En el marco de la segunda edición del Festival Internacional FotoMéxico el fotógrafo Antoine D Agata regresa a la CDMX para presentar su libro Codex. México 1986-2016, donde el artista francés plasma un retrato crudo de un México violento.

 

La manera de hacer fotografía de Antoine es poder entender el mundo donde vive, justo para generar una visión de este, pues menciona siempre los que mueren son los más bellos, los más fuertes, hay como una culpa de estar aquí y para pagar el precio hay que dar un entendiemiento.

 

 

Define su relación con México como una fuerte fuente de inspiración en los años 80, cuando tuvo un vínculo casi mágico con el país, ahora menciona que México cambió bastante, la violencia se hizo cada vez más cruel y loca. El penúltimo viaje que es el penúltimo capítulo del libro D'Agata trataba de entender la violencia y acercarce lo más que pudiera con su propia posición extrema.

 

El hombre que se autodefine como alguien que hace una fotografía muy distinta y fría asegura que para él la única manera posible de vivir es a través del exceso, para querer siempre más, para hacer algo que nunca va a tener sentido de la vida, y aprovechar el tiempo que es nuestro, el exceso es la única posición válida para él.

 

Al preguntarle que si al formar parte de sus proyectos fotográficos no cae en un protagonismo responde que este es útil y necesario, ya que no cree en la fotografía como una profesión, pero sí apunta que cada uno de nosotros es responsable de lugar que ocupa en la sociedad, y como tal hay que asumirla a través de la foto. “No me es suficiente entender el mundo donde vivo, sí es necesario entender y analizar la violencia en el mundo, pero también es necesario generar una posición propia y para eso necesitas ser protagonista, te tienes que contaminar”.

 

 

En la búsqueda de definir su propia posición del mundo, el fotógrado perteneciente desde hace vario años a la agencia Magnum, deja muy claro que él ve su trabajo a través de 2 fotografías, la primera enseña y es para entender la violencia económica del mundo, mientras que en la seguna trata de poner su posición y la de la gente que no tiene nada, por eso aparece en esas fotos.

 

Cuando se le cuestiona de los excesos que han acompañado a su carrera se asume como un artista y dice por eso creer tanto en el exceso como estrategia de vida, “como uno es artista no hay razón posible o medio posible, condición tan absurada violenta y loca, no hay manera tan razonable de vivir la vida”.

 

 

Sin embargo dice no querer llegar al punto de autodestrucción, “vi tantos amigos morir de Sida y sobredosis que decidí contar toda la historia de eso, y decidí no morir para encontra ese equilibrio”. Porque menciona la única manera de hacer foto es tirarse a vivir la violencia. La foto solo es útil para recordar todo esto.

 

Mientras se le pregunta si la foto lo ha salvado de sí mismo suelta una pequeña risa y contesta con un “ojalá, la foto no me ha salvado de mí, pero ha sido un modo muy eficiente de seguir con más fuerza en la vida, nunca renunciar a mis principios”.

 

Sus principios los define como vivir sin reglas, ir mas allá de lo posible con la gente y siempre abrirse a los otros. Pues dice siempre se ha definido como un ser muy sensorial, emocional, social y crítico, teniendo la necesidad de compartir el mundo con los otros.

 

Si México le resultó un lugar mágico hace ya varios años, en la última visita para realizar su libro Codex. México 1986-2016 en esa ocasión la mezcla de la violencia que ya traía dentro sumado a lo que veía fuera lo dañó y en el último capítulo renunció como fotógrafo, “porque era lo que más yo ya podía hacer, fue tan preciso y trágico al mismo tiempo” (ese capítulo). La violencia que encontró iba más alla de lo que podía entender.

 

 

Cuando se le cuestiona qué opina de el fracaso en un fotógrafo responde que este es inevitable porque la foto no va a explicar nada, no va a responder nada, ya que es una manera eficiente de seguirte cuestionando, buscando, explorando, de seguir confrontando pero no consigues nada, no explicas nada y no llegas a ningún punto, es un fracaso, pero es un fracaso muy bello. “Yo prefiero fracasar y seguir tratando cada día, luchando para no renunciar”.

 

 

 

 

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