Ciudad de México.- La muerte se paseó esta semana en la Línea 5 del Sistema de Transporte Coletivo Metro. Tras un «deslizamiento» dos trenes chocaron en la estación Oceanía la tarde del lunes pasado sin un saldo fatal, pero las labores de reparación sí cobraron la vida de un trabajador.
A pesar de que el director del Metro, Joel Ortega, aseguró que el “desenganche” de las unidades que se estrellaron ayer a las 18:15 horas se haría con “la mayor seguridad ya que la línea está energizada con 750 volts”, Salvador Wood Sánchez perdió la vida tras caer a la vía sin protección.
De 40 años, Wood Sánchez estaba casado y tenía tres hijos. Murió durante las labores para trasladar los vehículos de la estación Oceanía, en la Línea 5 –donde ocurrió el percance- hasta los talleres de la terminal Zaragoza.
Ortega no especificó si la muerte del trabajador se debió a la falta de protocolos de seguridad o era algo que no se podía prever.
Únicamente explicó que “iba retirando las lámparas que impedían el avance del tren y al estar en lo alto, subió para hacer este retiro, desafortunadamente el vagón se desenganchó del tren y éste cayó golpeándose en la cabeza”.
Tampoco aclaró si quienes realizan labores de este tipo deben usar casco o estar enganchados a algún arnés para trabajar en las alturas.
“Pedimos de inmediato el apoyo del ERUM y de nuestros compañeros de la policía para que fuera trasladado por los cóndores de la Ciudad de México hacía el Hospital Mocel, donde desafortunadamente perdió la vida”, agregó Ortega durante una conferencia de prensa un día después del choque.
La familia de Wood recibirá “un paquete de apoyo” y las “más sensibles condolencias” por parte del gobierno capitalino.
Reabre Línea 5
Tras 12 horas de inactividad, la línea 5 fue reabierta al público. De acuerdo con Ortega, el Comité de Incidentes Relevantes ya se encuentra analizando las grabaciones del audio, las cajas negras de los dos trenes y recabando testimonios para determinar responsabilidades y emitir recomendaciones para que incidentes de este tipo no vuelvan a ocurrir.
Seis personas continúan hospitalizadas. Gilberto Gómez, de 35 años, es el más grave. Es atendido en el Hospital Magdalena de Salinas, y se encuentra estable a pesar de la fractura expuesta en los huesos tibia y peroné.
Andrea Martínez Guadarrama está en el Hospital del IMSS de Troncoso; Alicia Ibarra Marrones en el Hospital La Villa; Teodoro de la Rosa Manuel en el Hospital Magdalena de las Salinas y Jesús Enrique Espejel Padilla en el Ángeles Lindavista.
¿Falta de mantenimiento?
Aunque los hechos no han sido esclarecidos por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) algunos testigos han contado lo que pasó durante la lluvia atípica de ayer.
Itzel Hernández recordó que al pasar la estación Terminal Aérea (de Pantitlán en dirección a Politécnico), muchos de los usuarios abordo se levantaron para descender en la siguiente estación, Oceanía, intersección de la Línea 5 y la Línea B, que va de San Lázaro a Ciudad Azteca.
En el tramo entre esas dos estaciones el tren sale del túnel con una pronunciada pendiente. Afuera granizaba.
El conductor no disminuyó la velocidad, como usualmente lo hacen, y el tren se impactó con otro que estaba estacionado en el andén.
La estudiante de periodismo de 23 años, que venía en el segundo vagón, contó que “los que ya estaban parados se cayeron, fue cosa de segundos cuando vimos que la parte de atrás del otro vagón estaba en el nuestro”.
“Algunos nos alcanzamos a agarrar y en cosa de segundos abrieron las puertas y muchos nos salimos”, relató a Capital MX.
Los primeros en ayudar a los heridos fueron los propios usuarios, que al salir descubrieron a dos personas atoradas, ambos viajaban en el último vagón del tren que se encontraba estacionado cuando fue impactado.
“Empezamos a sacar a uno de los señores que su pierna estaba muy mal”, dijo Itzel.
Los policías llegaron a los pocos minutos. “Avance, avance, avance por favor”, se escuchaba gritar a los policías cuyas voces competían con el ruido de la lluvia.
La mayoría de las personas a bordo de los trenes 0075 y 0057 fueron desalojadas casi inmediatamente.
El Gobierno capitalino cubrirá las cuentas hospitalarias de todos los heridos y adelantó que la falla pudo ser causa de la lluvia, sin embargo, otros empleados lo atribuyen a la falta de mantenimiento desde hace siete años.
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