La autodestrucción de los panistas en Chihuahua

Ciudad de México.- Es extraño lo que ocurre en Chihuahua. Al parecer en el gobierno del estado están decididos a que el PAN pierda la elección.

Por lo pronto, la candidata del panismo y el PRD a la gubernatura, María Eugenia Campos Galván, tiene retenido su pasaporte para que no huya del país.

La Fiscalía de Chihuahua la acusa de haber recibido sobornos del ex gobernador César Duarte, quien se encuentra en prisión en Estados Unidos, y de ser integrante destacada de una nómina secreta en la que se incluyó a personajes de todo tipo.

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Campos Galván obtuvo la candidatura de su partido en una consulta que ganó fácilmente sobre su rival Gustavo Madero. Esto no le gustó a Javier Corral, el gobernador, quien todavía es panista y la fiscalía aceleró sus investigaciones.

Ignoro hasta dónde llegue la situación de Campos Galván, pero es evidente que se pudo proceder de otra forma si el interés principal fuera jurídico y no político. El abogado de la candidata, Francisco Molina Ruiz, quien fungió como procurador de Justicia en Chihuahua en el pasado, confía en que se esclarecerán las cosas y señaló que es lo que han venido pidiendo desde el año pasado.

Lo inquietante es que se puede abrir camino al candidato de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien no hará sino aplicar una política de destrucción económica que lastimará a un estado de emprendedores.

Es más, el abanderado morenista, supongo que con algo de humor negro, señaló que su gobierno, el suyo, sería “próspero, equitativo y sustentable”. Todo lo que no es ni será la 4T.

El dilema a estas alturas es ese y lo saben en el PAN y en el gobierno del Estado. Supongo que creen que juegan a la alta política, pero se les va a colar lo que menos quieren.

Las opciones en estas circunstancias no son muchas, pero es evidente que deberían buscar un entendimiento, no que signifique impunidad, pero sí que permita no entregar, sin pelear, la gubernatura. Con voluntad y visión pueden abrirse caminos hasta ahora no explorados.

Una encuesta realizada por Votia entre el 5 y el 7 de febrero, arrojó que la alianza del PAN y el PRD cuenta con 33.7 por ciento de intención del voto, frente a un 39.8 por ciento de Morena y sus acompañantes del PT y Nueva Alianza. El PRI está rezagado en un 15.7 por ciento.

Hace ya muchos años, en 1992,  Francisco Barrio llegó a gubernatura con la promesa de que la alternancia significaría un cambio positivo y así fue.

Si bien Barrio fue uno de los precursores de las gubernaturas panistas, no pudo retener el poder para su partido y tres gobernadores sucesivos serían priistas (Patricio Martínez, José Reyes Baéza y César Duarte) , hasta el triunfo de Corral en 2010.

Corral debe asumir con claridad qué quiere para el futuro de su estado y algo similar deben hacer en su partido. Algo es evidente, la destrucción de Campos Galván no parece la mejor forma de enfrentar una contienda en la que se juegan mucho y para un largo tiempo.

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