Ciudad de México.- A ocho meses del terremoto del 19 de septiembre de 2017, estalló la primera crisis con los vecinos del Multifamiliar Tlalpan, quienes durante unas horas se plantaron en calzada de Tlalpan.
El problema es un tema aislado a los asuntos electorales que se viven en la Capital CDMX, pero su resultado invariablemente tendrá un efecto el 1 de julio próximo.
Al analizar los hechos, se observa que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, tardó mucho en reaccionar por un cálculo político y el temor a que Morena, partido de oposición, lo acusara de actuar con tintes electorales en el tema de la Reconstrucción de la CDMX.
Desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Leonel Luna, ya le había puesto la solución de atender los 36 inmuebles más dañados de forma urgente con el uso de 2 mil millones de pesos a fondo perdido.
No obstante, Amieva no estaba convencido aún cuando en el gobierno mismo le mostraron los esquemas financieros que dan viabilidad al proyecto.
Una de las dudas que le metieron sus cercanos es por qué sólo apoyar a un grupo de damnificados y no a todos. Luego vino otra interrogante: ¿Qué va a pasar con los damnificados de 1985 que siguen pagando una vivienda al Instituto de Vivienda o que incluso aún siguen sin un techo?
Pese a las dudas, Amieva tomó el toro por los cuernos y asumió el compromiso con los vecinos agrupados en el Multifamiliar Tlalpan para garantizarles su vivienda gratis.
La decisión es acertada sin duda y, aunque llegó tarde, Amieva ya dejó su sello como Jefe de Gobierno.
Ante los vecinos fue enfático: “no es un asunto partidista”. Pero invariablemente el golpe es certero para Morena que perdió su agenda de “salvadores” de los damnificados. El resultado se verá el 1 de julio.
La tragedia
Bienvenido junio y con ello bienvenido el peor mes para Francisco Chiguil, candidato de Morena a la alcaldía de Gustavo A. Madero, porque se cumple un año más de la tragedia del New’s Divine, donde murieron nueve jóvenes y tres policías por un operativo fallido de Marcelo Ebrard, en el que se criminalizó a los jóvenes.
Sin embargo, los jóvenes estaban en un lugar donde no debieran estar porque el entonces delegado Chiguil permitía el funcionamiento de giros negros, en los que se envenena a la juventud.
Poco hizo en su administración para dar espacios dignos a los jóvenes y ahora una vez más en campaña tampoco tiene calidad moral para decir que tiene una propuesta para garantizar la seguridad a los jóvenes y a los habitantes de la alcaldía. A diez años de los hechos no ha habido justicia y en un acto de congruencia Chuiguil debería reflexionar sobre su candidatura, de lo contrario evidenciará cinismo puro.
De pena ajena
En la Ciudad de México por primera vez se han estado realizando debates entre candidatos a diputados locales y a alcaldes.
La iniciativa del Instituto Electoral de la Ciudad de México es valiosa y fortalece la democracia capitalina, pero lo que es lamentable es el nivel de candidatos, con algunas excepciones, que no saben argumentar ni explicar sus propuestas.
Además sigue la soberbia de ausentarse de quienes se presumen punteros o peor aún la cobardía de quienes para no ser evidenciados renuncian a debatir alegando que el ejercicio democrático es una “trampa”, como lo hizo el abanderado de Morena a la alcaldía de Benito Juárez, Fadlala Akabani.
No se puede sentir más que pena ajena al ver lo mal preparado que están quienes aspiran a gobernar en la capital del país.
NOCAUT. A Fernando Aboitiz, candidato de Morena al distrito 13 local, no le causa preocupación que Víctor Hugo Romo, candidato de Morena a alcalde por Miguel Hidalgo, le juegue las contras porque, nos cuentan, aun perdiendo él y su suplente Roberto Candia tienen asegurado un espacio en los gobiernos local y federal en caso de que gane su partido, incluso ya asesoran a Claudia Sheinbaum en temas de infraestructura y movilidad, en cambio Romo en caso de perder tendrá que pensar en su futuro además de resolver sus casos pendientes con la justicia.
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