Ciudad de México.- Ha transcurrido el primer cuarto de las campañas para renovar las 16 alcaldías de la Ciudad de México (CDMX), sus concejos y el Congreso capitalino y hay un ambiente de tensión e incertidumbre entre las y los candidatos.
El primer factor es porque hay competencia entre Morena y la coalición PAN-PRD-PRI en más de seis alcaldías, lo cual no estaba en el pronostico del partido en el poder, pues el cálculo era no solo de retener el gobierno en las 11 alcaldías que hoy gobiernan, sino sumar tres más de la oposición con los acuerdos y sometimientos que hizo la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, en las alcaldías Coyoacán, Venustiano Carranza y Milpa Alta.
Sin embargo, el ambiente se empieza a descomponer en estas alcaldías porque no fue tan efectiva la estrategia de Sheinbaum y en Coyoacán la elección va cerrada; en Venustiano Carranza hay confusión con la adhesión de Julio César Moreno; y Milpa Alta está suelta con tendencia al regreso del priismo.
En el caso de Venustiano Carranza la confusión es tal que la ex morenista Rocio Barrera, candidata de la Alianza de Va por México está agarrando fuerza y, según la encuesta de El Financiero, ya se cerró la disputa con Evelyn Parra.
Un error que se percibe fuerte en la estrategia de Sheinbaum fue el hacer a un lado al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la mayoría de las alcaldías porque les está restando fuerza, situación que no se observa en las alcaldías donde cerraron la alianza. Ahí se pueden ver los casos de Miguel Hidalgo, donde los Verdes le dan aire a Víctor Hugo Romo, quien trae encima al panista Mauricio Tabe, y en Azcapotzalco, donde Vidal Llerenas va en caída libre ante la panista Margarita Saldaña y el PVEM sube porque trae ahí su mayor apuesta con Jesús Sesma, quien va al Congreso capitalino.
Otra complicación se debe a que en Morena hay división interna porque los alcaldes viejos que van por la reelección como Francisco Chiguil o Armando Quintero le quieren meter el pie a sus diputadas de Morena que ven como adversarias fuertes que podrían romper sus cacicazgos en tres años. Ese fenómeno ha hecho que en GAM, donde no se preveía contienda, se esté fortaleciendo el PRD.
En Iztacalco, Daniel Ordóñez, del PAN, viene haciendo no solo campaña sino política y ya puso la contienda directa entre él y Quintero, quien es repudiado por la base de Morena y sus “aliados”.
En Cuauhtémoc el lío interno de Dolores Padierna con Ricardo Monreal hace probable que una demarcación segura para Morena regrese a manos del PRD, que postuló a Sandra Cuevas, una monrrealista y ex morenista.
En Magdalena Contreras la situación se veía tranquila para Patricia Ortiz, pero el priísta Luis Gerardo Quijano ya empezó a apretar en el territorio y pinta para cerrar la elección. Algo muy similar sucede en Álvaro Obregón, donde Eduardo Santillán no prende y carga todos los negativos propios y heredados de Layda Sansores.
Otro factor a considerar es el voto de castigo que ya atrae Morena ante la crisis económica y sanitaria que enfrenta la CDMX.
El pronóstico no solo es desfavorable para Morena, en Benito Juárez, el PAN está sintiendo la presión de la expanista y morenista Paula Soto y pagando por la soberbia de Santiago Taboada que decidió ir solo a la elección. El priísta Adrián Rubalcava en Cuajimalpa se percibe confiado, pero Morena con Francisco Saldivar se le está aproximando por el voto de castigo y la ausencia de respaldo de líderes del PRI.
En 15 días empezarán los debates oficiales del Instituto Electoral de la CDMX y eso va a marcar la pauta para aproximarse a un escenario real donde habrá sorpresas y puede verse el golpe de timón en la estrategia de Morena.
NOCAUT. La Jefa de Gobierno hace muy mal en guardar silencio y no aclarar el asunto del arroz con gorgojo que le dan a los niños de la CDMX. ¡Abrazos, no periodicazos!
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