Iglesia Católica no requiere del Estado para su crecimiento por eso no repartirá la Cartilla Moral

Ciudad de México.- Mientras Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, con una representatividad mínima de tan sólo el 2 por ciento de las asociaciones religiosas evangélicas, está dispuesto a repartir la Cartilla Moral promovida por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la jerarquía católica se negó a distribuirla entre sus fieles y templos.  

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) Alfonso Miranda Guardiola, afirmó en entrevista con la agencia católica Aciprensa porque no la van a distribuir: “Nosotros estamos tratando otros temas… nuestro trabajo, nuestros programas, nuestros planes, son diferentes.

“Estamos trabajando a nivel Iglesia de acuerdo al Proyecto Global de Pastoral, a las prioridades que tenemos actualmente: jóvenes, clero, migrantes, protección de menores”.

La Iglesia Católica, anotó, colabora a nivel nacional con la construcción de paz, “por lo que hemos tenido reuniones con el Presidente y la secretaria de Gobernación, subsecretarios, tratando de ofrecer lo que ya la Iglesia hace en todas las partes de México”.

La politóloga e investigadora en religión Mónica Uribe explica a “Iglesia y Sociedad” la posición de los obispos: “la Iglesia Católica con toda la experiencia en el tema y una serie de resortes y problemas internos no está dispuesta a subsumir su poco o mucho capital de legitimidad a las necesidades de un régimen del cual tienen opiniones diversas, las más, alejadas de AMLO”.

Además, enfatizó que la Iglesia Católica “tiene una autonomía relativa que no requiere del Estado para su reproducción, a diferencia de los grupos evangélicos que por no preexistir al Estado dependen de éste para su supervivencia. De ahí la importancia del tema de la libertad religiosa y de una relación positiva con los diferentes gobiernos para garantizar su supervivencia”.

La Iglesia Católica también “tiene una doctrina social y moral propias, puede no aceptar ser instrumentalizada y tiene forma de negarse a participar en acciones de gobierno a diferencia de los grupos cristianos y paracristianos, que carecen de una tradición de reflexión social y política, y esa es la misma razón por la que se suman a los distintos regímenes”.

El distribuir la Cartilla Moral por un grupo minoritario de evangélicos ha sido criticado por diversos sectores de la sociedad a favor del Estado laico, los cuáles no son escuchados por López Obrador, pero estos han lanzado una propuesta de unirse para presentar un amparo contra las amenazas y violaciones del Presidente al Estado laico. Veremos si prospera.

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