Grilla morenista y cuña panista hacen fracasar reforma electoral sobre violencia política de género

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Alberto Cuenca Reportero en Capital CDMX

Ciudad de México.-Las divisiones internas entre los diputados locales de Morena reavivaron y ni la pandemia pudo aplacar esas pugnas, que este sábado y con la participación del PAN, propiciaron el fracaso en la aprobación de un dictamen de reforma electoral en materia de violencia política de género.

El diputado morenista Eduardo Santillán, reconoció “con mucha tristeza que el Congreso de la Ciudad, todos los grupos parlamentarios, hemos fallado a las mujeres en la Ciudad, y me duele mucho decir que en este tema Morena no ha estado a la altura de las circunstancias”, aceptó.

Lo secundaron en esos términos los también morenistas Gabriela Osorio y Martín Padilla, quienes acusaron a quienes esta tarde hicieron vacío en una reunión de comisiones legislativas para aprobar ese dictamen. Fueron más allá al plantear que, al menos en Morena, se tienen que tomar medidas de castigo dentro del grupo parlamentario.

El proyecto de dictamen en su parte medular proponía que los partidos políticos nacionales o locales perderían su registro en caso de ejercer, motivar, incentivar, tolerar o permitir, la violencia política en razón de género entre sus militantes, simpatizantes, precandidatas y precandidatos, candidatas y candidatos.

Además de imponer la paridad de género en la asignación de candidaturas, se hacía una definición de lo que legalmente debía entenderse como violencia política hacia las mujeres en razón de género 

“Es toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, labor o actividad, el libre desarrollo de la función pública, la toma de decisiones, la libertad de organización, así como el acceso y ejercicio a las prerrogativas, tratándose de precandidaturas, candidaturas, funciones o cargos públicos del mismo tipo”, se lee en esta reforma que hoy fracasó.

Por ley, mañana se vence el plazo para hacer reformas electorales que sean aplicables en los comicios de 2021, por lo que la modificación que buscaban algunos diputados de Morena y otros tantos de oposición ya no será posible. 

Para este sábado a las 17:30 horas se programó una reunión presencial de las comisiones unidas de Igualdad de Género y de Asuntos Político-Electorales, en el Salón “Heberto Castillo” del recinto legislativo de Donceles y Allende.

Sin embargo, la reunión no se pudo llevar a cabo por falta de quórum, pues de los 21 diputados que deberían estar presentes sólo asistieron siete. 

Únicamente llegaron Lilia Sarmiento, del PT; Gabriela Quiroga del PRD; así como los morenistas Paula Soto, Eduardo Santillán, Gabriela Osorio, Alberto Martínez Urincho y Martín Padilla.

Hicieron vacío a esta reunión no solo diputados de Morena, sino del PRI, PVEM y del PAN. 

Jorge Triana, legislador panista que preside la Comisión de Asuntos Político-Electorales, no acudió a la reunión pues acusó de ilegal la convocatoria que hizo la diputada Paula Soto en su calidad de presidenta de la Comisión de Igualdad de Género.

En un oficio dirigido a Isabela Rosales, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Triana argumentó que el proyecto de dictamen se distribuyó apenas hoy en la mañana, en contravención a la normatividad interna del propio órgano legislativo.

En un comunicado otra diputada panista, América Rangel, dijo que no asistiría como una medida de seguridad para ella y para el resto de los legisladores, debido a que se realizó la prueba de Covid-19 al presentar síntomas leves y estaba a la espera del resultado.

En lo interno, diputados de Morena aglutinados en torno al liderazgo del vicecoordinador de la bancada José Luis Rodríguez, ya planeaban hacerle vacío a su compañera Paula Soto, con quien sostienen una pugna personal desde el año pasado.

En conversaciones que sostuvieron por chat, a las que Capital CDMX tuvo acceso, la legisladora Leticia Valera acusó que la propuesta de Paula Soto no cumple con el plazo constitucional de 10 días para que la ciudadanía pueda emitir observaciones al documento.

“La promovente (Paula Soto)  ha sido violenta permanentemente, no solo con compañerxs legisladoras, sino con su grupo cercano y sociedad civil (caso OLIMPIA)”, escribió Varela en ese chat, quien dijo lamentar mucho que no se genere un consenso dentro del grupo parlamentario, derivado de la violencia que siempre ha ejercido Paula Soto.

Secundaron a Varela legisladores como Guadalupe Morales, quien acusó que el proyecto de Soto tiene vicios de constitucionalidad. Ricardo Fuentes criticó que no se consideró una consulta a pueblos y barrios originarios; Temístocles Villanueva argumentó que en un tema tan importante debe eliminarse cualquier señalamiento de inconstitucionalidad; mientras,  Ana Cristina Hernández fustigó que se quisiera aprobar a las carreras y consideró que primero debía ponerse el ejemplo respecto a la violencia que existe al interior de la bancada morenista.

Durante la fracasada reunión, Paula Soto explicó que este proceso se llevó a cabo apenas ahora pues el Congreso federal aprobó reformas el 13 de abril para legislar a nivel local en materia de violencia política de género.

Por ello, el 6 de mayo presentó la primera iniciativa en la materia, a fin de armonizar las leyes locales con las federales.

Refutó al presidente de la Jucopo del Congreso local, el panista Mauricio Tabe, quien ha dicho que ella no hizo su trabajo a tiempo. 

“El presidente de la Jucopo miente. Yo hice mi trabajo a tiempo, esperando lo tiempos legislativos que necesitábamos”, refutó Soto, quien lamentó la postura del resto de los legisladores, quienes con su vacío impidieron el avance de derechos hacia las mujeres.

“Nunca pensé que mi grupo parlamentarios me dejara sola y dejara solas a las mujeres de la Ciudad”, lamentó la diputada de Morena, quien concluyó de forma lapidaria su mensaje al decir que ojalá paguen los costos políticos de esto quienes tengan que pagarlos.

La secundaron en esa postura de crítica Gabriela Quiroga, del PRD, quien dijo que no existe más evidencia de la violencia política de género que esa fracasada sesión de comisiones, pues muy lastimosamente se refleja la falta de voluntad política para que las mujeres ejerzan una vida plena y puedan incidir en la vida de la Ciudad.

Criticó que una buena parte de las mujeres que integran esas comisiones hubieran hecho vacío. El mensaje llevaba remitentes, como Leonor Gómez Otegui (PT); Guadalupe Aguilar Solache (Morena); América Rangel (PAN) y Alessandra Rojo (PVEM).

En su turno, Gabriela Osorio, de Morena, condenó el vacío de la oposición y de su propia bancada, pues dijo que solo queda en evidencia que el discurso que se hace sobre el derecho de las mujeres es una hipocresía “y eso se tiene que castigar”, exigió.

 

 

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