Fernández Noroña: el machismo sin cubrebocas

Ciudad de México.- Este jueves ocurrió un espectáculo bochornoso durante la sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), cuando el diputado Gerardo Fernández Noroña se negó a utilizar cubrebocas, como estipulan los protocolos por la emergencia sanitaria y el respeto a los demás.

Para defender su postura, hizo eco de los malos ejemplos que ha pregonado en los últimos meses Hugo López-Gatell y remató con una falacia: que le querían coartar su libertad de expresión.

Los consejeros y consejeras del INE decidieron dejar el salón y la reunión se realizó de modo remoto.

En el fondo, todo fue una cortina de humo para tratar de ocultar lo más relevante: el diputado de PT cometió violencia política de género en contra de la también legisladora Adriana Dávila, cuando la acusó, sin prueba alguna, de estar involucrada en la trata de personas.  

Fernández Noroña no puede ser incluido en la lista de políticos maltratadores, lo que le impediría contender por un cargo público, porque la legislación se aprobó con posterioridad a los ataques que propinó contra la legisladora panista a la que además de injuriar, insultó.

Lo que sí tendrá que hacer, el ahora representante del PT en el INE, es tomar un par de cursos en la CNDH sobre género, masculinidades y lenguaje incluyente no sexista, a la par de ofrecer una disculpa pública, como público resultó el maltrato a una colega en San Lázaro.

Fernández Noroña no puede apelar al fuero, porque sus dichos ocurrieron fuera de sus actividades legislativas y por ello no cuentan con protección.

El lugar que eligió para soltar los insultos, en 2019, fue el del congreso de Tlaxcala, pero en una actividad no oficial y por ello no respaldada por su legislatura.

La consejera Dania Ravel señaló que “las expresiones que incitan a la violencia contra las mujeres, que las discriminan por ser mujeres, no pueden tener cabida en ningún espacio”, y de paso recordó que en México 10 mujeres son asesinadas al día y que de enero a octubre de este año, el Sistema Nacional de Seguridad Pública recibió 221 mil llamadas de auxilio de quienes viven un infierno cotidiano.  

Por eso es grave lo de Fernández Noroña, donde la descortesía de no usar cubrebocas sólo es el reflejo de un problema mucho más serio y que da cuenta de la degradación de este tiempo oscuro y que tiene que ver con conductas arcaicas, que deberían haberse superado cuando menos en esa franja que se dice de izquierda.

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