Exigen vecinos de Zacatenco detener desarrollo inmobiliario irregular de empresa Enksa en GAM

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Alberto Cuenca Reportero en Capital CDMX

Ciudad de México.-Vecinos de la zona de Zacatenco, en la delegación Gustavo A. Madero, exigieron a autoridades federales, capitalinas y de  la  demarcación, detener las obras de dos proyectos inmobiliarios irregulares ubicados en la avenida Acueducto. Acusaron que, además de edificarse en abierta violación a los usos de suelo, en la zona de obras se descubrieron restos arqueológicos que no quedaron en salvaguarda del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y a pesar de ello continuaron los trabajos.

Los habitantes, de colonias como San Pedro Zacatenco, Residencial Zacatenco, Lindavista, Santa Isabel Tola y Santa María Ticoman, ofrecieron este mediodía una conferencia de prensa en compañía de diputados locales del partido Morena, justo afuera de donde se edifica ese conjunto residencial. Ahí, además de que habrá 549 de lujo, se construirá un centro comercial.

“Nos encontramos preocupados por las afectaciones causadas por la construcción de dos proyectos: Lindavista Vista Norte, de Grupo Enksa y Mozaiko Lindavista, de Proyecto Urbano Investments, ubicados en dos terrenos de los que hemos encontrado cinco direcciones diferentes, las de Acueducto 650, Acueducto 610, Acueducto 60 Lote B y Cienfuegos 1077”, expusieron los vecinos al dar lectura a un comunicado de prensa.

Explicaron que el Programa de Desarrollo Urbano de la delegación Gustavo A. Madero, así como la regulación en materia de usos de suelo establecidos por la Secretaría de Desarrollo Urbano (Seduvi), permiten la construcción de hasta cuatro niveles en esos terrenos, sin embargo, se están edificando torres de departamento de hasta ocho niveles, además de dos niveles de un centro comercial. 

En conjunto sumarán 549 departamentos de lujo con un costo desde los 2 millones 600 mil pesos, lo que a decir de los colonos, implicará la llegada de más de mil 500 personas a una zona que ya sufre la mala calidad de servicios, como el acceso al agua, drenaje insuficiente, problemas de vialidad, inseguridad y falta de espacios públicos.

Además, expusieron que el alto costo del predial, que se pagará como resultado de ese desarrollo inmobiliario, propiciará la expulsión de habitantes originarios, en un proceso de gentrificación.

Con una clausura simbólica de las obras, los vecinos afectados manifestaron su descontento ante el crecimiento inmobiliario en la zona, que de concretarse traerá consigo una crisis en el abasto de agua potable, pues el consumo requerido por los nuevos condóminos será de 375 mil litros de líquido al día, más lo  que consuma el centro comercial y hasta una alberca que se pretende incluir.

A esta situación se suma un presunto ecocidio por la tala de 35 mil metros cuadrados de área verde que había en esos terrenos, lo que hasta el momento no se ha subsanado. 

Por su parte, el vecino y estudiante de arquitectura de la UNAM, Arturo Huerta Pérez, explicó que junto con pobladores del lugar, entregó oficios a distintas dependencias, entre ellas a la delegación, donde se pide respetar el uso de suelo de la zona.

 

Mediante otro documento, se solicita al secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda declarar moratoria urbana; a Tanya Müller, secretaría de Medio Ambiente, se requiere la manifestación de impacto ambiental sobre la obra y la cantidad precisa de árboles talados y, por último, al titular del INAH, informar sobre el estado que guardan los restos encontrados en los terrenos, los cuales son reconocidos por el Programa de Desarrollo Urbano de la delegación como Zona Patrimonial. Esos restos se descubrieron en 2016, cuando comenzó esta obra.

 

Los vecinos adelantaron que ya recabaron más de mil firmas para solicitar la clausura de los proyectos en tanto las autoridades no respondan a sus demandas. Expusieron que dependerá de la respuesta de las autoridades para determinar si interponen amparos para detener las obras de las empresas Enksa y Proyecto Urbano Investments.

 

Acompañada del diputado Paulo César Martínez López, la diputada de Morena, Ana Juana Ángeles Valencia exigió a las autoridades delegacionales, a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, a la de Seguridad Pública locales, así como a las autoridades federales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dar a conocer los permisos y explicar las irregularidades por la construcción de más de 500 departamentos sobre patrimonio histórico. 

 

Ana Juana Ángeles Valencia denunció que los proyectos se realizaron sin haberse realizado con anterioridad una consulta ciudadana, sin dar a conocer los estudios de impacto ambiental y, además, las construcciones se edifican sobre patrimonio histórico, pues en el lugar fueron descubiertas 145 osamentas prehispánicas, las cuales de acuerdo con el INAH, tienen una antigüedad de más de dos mil 500 años. 

 

El descubrimiento arqueológico, agregó la diputada de Morena, corresponde a un espacio funerario donde se encontraron restos óseos de niños, hombres y mujeres que poblaron Zacatenco, una de las primeras aldeas de la Cuenca de México. 

 

Ángeles Valencia precisó que desde enero de 2017 presentó ante el Pleno de la Asamblea Legislativa un informe sobre los departamentos que se empezaron a ofertar en la zona y, aunque el exhorto fue aprobado, ya transcurrió más de un año sin que las autoridades respondan las demandas ciudadanas y del Legislativo. 

 

El Punto de Acuerdo se volvió a presentar esta semana y dentro de la solicitud, la legisladora pide conocer la Manifestación de Impacto Ambiental, así como un informe sobre las labores de mitigación por los daños generados hasta la fecha.  

 

Ángeles Valencia manifestó su apoyo a los vecinos y se comprometió a continuar insistiendo ante las autoridades para que éstas asuman su responsabilidad y no antepongan sus intereses monetarios a las necesidades de los maderenses, pues en la zona ya existe una carencia de servicios públicos, los cuales colapsarían ante la construcción de megadesarrollos.

 

Mientras los vecinos y legisladores ofrecían la conferencia de prensa, trabajadores de la obra desplegaron lonas dirigidas a vecinos de Zacatenco, en donde se leía que Enksa, como empresa socialmente responsable, pone a disposición de los colonos el dictamen de impacto urbano, la resolución de impacto ambiental, el convenio de salvamento arqueológico suscrito con el INAH, el visto bueno de área de conservación patrimonial y el registro de manifestación de construcción.

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